El Real Madrid está centrado en preparar la próxima temporada, especialmente pensando en la Supercopa de Europa que disputan ante la Atalanta el próximo 14 de agosto. Es la primera cita oficial que tendrán, ya con un título en juego y en la que han puesto la mirada. Sin embargo, tampoco desprecian la posibilidad de dejar K.O. a varios enemigos.
Y es que el mercado sigue su curso, con equipos todavía con urgencias para reforzar algunas posiciones. Es el caso del Atlético de Madrid que ve como necesitan acudir al mercado para fichar delanteros, pero las opciones que tenían se disipan. Artem Dovbyk finalmente se marchó a la Roma y la llegada de Julián Álvarez cada vez se complica más.
El Cholo se había fijado en su compatriota como el gran refuerzo para la delantera, sin embargo, parece complicado que puedan alcanzar las exigencias económicas que había puesto el Manchester City para dejar escapar al jugador. Eso puede ser un duro golpe, pero es que además han visto como se ha complicado mucho más para alegría del Madrid.
Florentino sonríe ante la jugada
Si el fichaje de Julián por el Atlético estaba complicado, más todavía se puede poner después de que desde Inglaterra anuncien que el PSG quiere entrar en las negociaciones. Tras la salida de Mbappé buscan un sustituto para el francés, y aunque el principal favorito es Osimhen, saben que el Nápoles no lo quiere vender y no descartan al del City.
De esta forma el madridismo sonríe ya que ven como el Atlético no podrá competir con los parisinos, pero además Guardiola podría perder una pieza importante, que aunque no está siendo titular indiscutible, sí que supone un gran sustituto entrando desde el banquillo, ya que es un futbolista capaz de revolucionar un partido, además de aportar una gran cantidad de goles.