El Real Madrid afronta uno de los partidos más importantes de toda la temporada ante el Girona en Montilivi. La derrota ante el Athletic en San Mamés obliga a los merengues a no fallar ante los catalanes. Por eso Ancelotti sabía que su once tenía que estar muy meditado.
Pero este mismo sábado perdía una pieza que apuntaba a titular, Rodrygo, que se quedaba en Madrid. Unas molestias musculares le harán perderse el partido, y Ancelotti ha tenido que reaccionar. En lugar del brasileño ha decidido meter a Brahim, apostando por su movilidad.
Es la apuesta del italiano para que acompañe a Mbappé en la punta, y finalmente dibujando un 4-4-2 en su pizarra. Era una de las grandes dudas que había, pero también con la medular en función del esquema que decidiese emplear Carletto. De ello iba a depender la posición de Bellingham.
El inglés tendrá libertad de movimientos, sobre todo porque podrá desentenderse del trabajo defensivo en muchas ocasiones. Y es que el centro del campo lo complementan Modric, Fede Valverde y Arda Güler dejando en el banquillo a Ceballos como el gran damnificado
El intocable de Ancelotti que se va al banquillo
En la defensa parece que es donde menos dudas tiene Ancelotti en los últimos partidos. Tan solo con el lateral izquierdo, donde Fran García se había hecho con el puesto en anteriores duelos. Mendy había sido titular ante el Liverpool y en Girona apuesta por el francés de nuevo.
El resto de la zaga sí que incluye rotaciones ya que Asencio se había acomodado junto a Rüdiger, pero en Girona es Tchouaméni el que entra con Lucas Vázquez por la derecha y Courtois en portería. Así completa el siguiente once: Courtois; Lucas Vázquez, Tchouaméni, Rüdiger, Mendy; Modric, Fede Valverde, Arda Güler, Bellingham; Brahim y Mbappé
Las grandes ausencias vuelven a ser Endrick, que sigue sin entrar aunque estén lesionados Vinicus y Rodrygo. También Asencio, que era intocable, pero parece que le ha querido dar descanso. Por último Ceballos, que había tenido buenos minutos, vuelve esta vez al banquillo