El Real Madrid vuelve a jugar un partido. Han pasado muchas cosas desde que los de Ancelotti cayeron en el Clásico. Un polémico Balón de Oro, una DANA mortal que aplazó el encuentro ante el Valencia, y una ola de solidaridad que llevará incluso a guardar un minuto de silencio en toda la jornada europea tal y como anunció la propia UEFA.
Pero centrándonos en los estrictamente futbolístico, los merengues tienen que dar un paso al frente después de la última derrota. El juego no convenció y las numerosas ocasiones falladas por Mbappé serán dos de los asuntos a solucionar, y para ello Ancelotti recupera algunas piezas que no pudieron estar presentes ante los azulgranas.
Para empezar Courtois era uno de los posibles, pero finalmente no entró en la convocatoria por lo que no había duda de que el entrenador italiano al apostar por Lunin en la portería. Junto a él en la zaga estarán Lucas Vázquez, Mendy, Militao y Rüdiger, por lo que Carletto no introduce ninguna novedad para enfrentarse al Milan.
En busca del juego perdido
Ante la falta de juego del Real Madrid, Camavinga se queda en el banquillo y quien entra en el once es Modric. Es sin duda la gran sorpresa del once que es muy similar al del Clásico. Y es que vuelve a apostar por el rombo, con Tchouaméni como pivote, Fede por la derecha y Bellingham de enganche.
Y es que podría haber metido a Rodrygo, que a diferencia de Thibaut sí que está recuperado. Sin embargo, vuelve a apostar por Vinicius y Mbappé como pareja de delanteros para completar el siguiente once: Lunin, Lucas Vázquez, Militao, Rüdiger, Mendy; Tchouaméni, Fede Valverde, Modric, Bellingham; Vinicius y Mbappé