Podrán ponerle todas la pancartas y muñecos que quieran, o verterle mensajes de odio cada vez que pisa un estadio que no sea el Bernabéu, que el chico seguirá demostrando todo su potencial. El futbolista ha cuajado un excelente partido, con gol incluido, a pesar de todas las críticas que ha recibido en las últimas horas.
Este ha demostrado una auténtica lección a todos aquellos que le critican y por mucho ruido que había fuera con su nombre y todo lo que conlleva, este solo estaba centrado en el partido para ayudar a su equipo a pasar de ronda.
Las consecuencias de los atléticos
Con el objetivo cumplido, todo hace indicar que ahora sí, podrá denunciar todos los mensajes que ha recibido y así condenar como delitos de odio todo lo que está sufriendo.
A lo largo del día de hoy, tal y como anunciaba uno de sus portavoces, tomará consenso con el club y su personal legal para emprender acciones legales. El jugador espera un severo castigo por parte de las autoridades a todos aquellos que le persiguen y que paguen por ello.
Vinicius quiere tomar cartas en el asunto
Según las fuentes cercanas a la policía, hasta el momento, no se habrían presentado cargos, pero sí había una investigación abierta por el presunto delito cometido. Con la pancarta y el muñeco confiscados, el cuerpo nacional de investigación ya tendría suficiente para empezar a aportar las primeras pesquisas al caso.
No solo bastaba únicamente con los comunicados de todos los implicados. Tanto Real Madrid, Atlético, LaLiga y la Federación Española de Fútbol han emitido comunicados oficiales condenando el hecho a lo largo de todo el día de ayer.
No es la primera vez que el futbolista alza la voz en señal de protesta. La primera vez lo hizo para la televisión de su país y fue bastante contundente como claro. Acertado en sus declaraciones sentenciaba que todo el colectivo racista, “debe pagar de alguna manera”.
El atacante proponía un duro castigo para los culpables como el hecho de no volver a entrar nunca jamás en un estadio deportivo. Aunque por ahora sus quejas no han sido suficientes y de ahí los continuos roces que siempre ha tenido con Tebas o los árbitros al ver que no se siente del todo protegido a estas alturas.
Los precedentes vuelven a aparecer en escena
El pasado mes de septiembre la Fiscalía de Madrid ya archivó el mismo caso por los gritos racistas en el Wanda Metropolitano, al considerar que su duración fue “de pocos segundo”, algo insuficiente como para castigarlo. Unas alegaciones sin ningún tipo de sentido y con el único objetivo de alimentar, más si cabe, la polémica.
Aunque ese odio era palpable al instante, además de estar registrado por numerosas cámaras de televisión como testigo. Parece que llamarle “mono” no fue suficientemente evidente como para tratar de detener toda aquella persecución maliciosa.
Veremos cuál será el resultado esta vez, visto que ahora se ha llevado todo un paso más allá. Nadie puede salir impune y menos tras haber amenazado de muerte al jugador.