“Solo es fútbol” ese es el discurso de algunos tras ver la tremenda patada de Gabriel Paulista a Vinicius que le costó la roja y algo más que le debería haber supuesto. Para los valencianista, Foulquier, considera que el golpe de su compañero fue fortuito y todo quedaba en el verde.
La difícil situación de Vinicius
La fortuna para Vinicius es que no le llegó a lesionar porque tal patada podría haberle provocado cualquier lesión de gravedad y con razón.
Hasta el mismo autor de los hechos ha tenido que salir al paso para pedir disculpas públicas. Es incomprensible que sigan pasando este tipo de cosas en un terreno de juego. Con el partido prácticamente resuelto era innecesario realizar ese gesto con el que salió abucheado del estadio.
El madridismo denunció dicha situación como se merecía y la justificación de Foulquier deja mucho que desear como profesional. Que tape tal agresión con una sentencia tan rastrera como decir que “no le pegó un puñetazo” o “quizá otros árbitros no le hubieran señalado la roja”, es para preocuparse.
El castigo a Vinicius
Tal vez se la deberían haber aplicado a él tal vara de medir. Incluso estas mismas declaraciones deberían ser objeto de investigación y castigarlas como se merecen.
El madridismo siempre estará con Vinicius, su nuevo héroe. Todas estas acciones no se puede volver a repetir.