El Real Madrid tiene por delante una campaña extremadamente especial. La ilusión que ha supuesto el flamante fichaje de Kylian Mbappé va acompañada de los desafíos a los que se enfrenta el equipo, que peleará por vez primera en su historia por hasta siete títulos diferentes, habiendo conseguido ya el primero, la Supercopa de Europa. Precisamente, en el encuentro contra la Atalanta, el astro francés marcó su primer gol con la camiseta del Madrid.
La llegada del ‘9’ aporta infinitud de variantes al equipo que dirige Carlo Ancelotti, que tendrá que buscar un encaje a un jugador acostumbrado a estar en banda para reconvertirlo en un delantero centro al uso. Algo ya parecido a lo que ocurrió el pasado año, con la figura de Jude Bellingham, uno de los mejores fichajes del Madrid en los últimos años.
De discutido a casi indiscutible... pero con malestar
En este sentido, la situación de Rodrygo Goes es muy sensible. Aunque, de momento, el brasileño va ganando la partida. Presumiblemente, el Madrid iba a apostar por un 4-4-2, pero finalmente Ancelotti ha puesto en práctica el 4-3-3, donde el ‘11’ merengue tiene su hueco y no parece que se vaya a rendir.
Según aporta el periodista Rodra P, de ‘Relevo’, Rodrygo quiere reivindicarse esta campaña. Tanto él como su entorno consideran que no están recibiendo el trato que merecen, máxime cuando el ex del Santos no ha sido nominado al Balón de Oro y es cuestionado en el Madrid, donde numerosas voces piden un cambio de sistema y con Rodrygo en el banquillo.
Rodrygo llegó al Madrid en el año 2019 después de que el club blanco pagara por él unos 45 millones de euros. Suma ya su sexta temporada en el primer equipo y fue un jugador capital en la Decimocuarta Champions, con los goles de la remontada al Manchester City en la vuelta de las semifinales de la máxima competición continental.