El importante triunfo del Real Madrid contra la Atalanta (2-3) sirvió para que el equipo se haya reenganchado a la Champions, donde apenas tenía seis puntos en la clasificación y estaba en el alambre, pudiendo quedar eliminado por vez primera de una liguilla en la Copa de Europa.
Sin embargo, el Madrid salió muy bien en Bérgamo y, a los diez minutos, se adelantó con un gran gol de Kylian Mbappé, que aprovechó la asistencia anterior de Brahim Díaz.
En la segunda parte, y ya sin el delantero francés -se tuvo que retirar en el 36’ después de sufrir unas molestias musculares-, Vinicius y Bellingham ampliaron la ventaja, aunque antes la Atalanta había empatado y no se dio por vencida con el 1-3.
En los minutos finales, de hecho, el Madrid se vio a replegarse y defender en demasía en campo propio. Los italianos incluso estuvieron a punto de dar la sorpresa y empatar en la última jugada.
El encuentro fue de un gran desgaste físico, con una altísima intensidad provocada por los marcajes que realiza la Atalanta, el gran ‘invento’ de Gian Piero Gasperini.
Los ‘cambios’ de Ancelotti
El Madrid volvió a tener modificaciones tácticas respecto a otros partidos, apostando Ancelotti por el 4-3-3 en ataque y el 4-4-2 en defensa, aunque también por momentos el sistema escogido fue el 4-2-3-1.
Mbappé y Vinicius se combinaron en el centro (el ‘9’ marcó arrancando desde el costado derecho y el brasileño lo hizo por la izquierda) y Bellingham también realizó desmarques dentro del área, donde marcó en el segundo tiempo.
Parece que Ancelotti empieza a dar con las teclas que se le han resistido durante estos meses, aunque las lesiones no parecen tener fin y seguirán persiguiendo al equipo…