Muchas dudas siguen habiendo sobre la relación entre el Barcelona y la empresa DASNIL-95 S.L. propiedad del ex árbitro y ex vicepresidente del Colegio Técnico de Árbitros Enríquez Negreira.
En estos días se ha dado a conocer en lo que es uno de los mayores escándalos del fútbol español, que el conjunto azulgrana pagó cerca de 7 millones de euros a dicha entidad con el objetivo de conseguir unos informes arbitrales. Todo esto desde el 2001.
A lo largo de toda esta semana, han ido saliendo informaciones que no dejan en buen lugar al Barça y tampoco al propio Enríquez Negreira. Sin lugar a duda, lo que está sucediendo es un claro bochorno.
Lo que es evidente es que DASNIL-95 S.L. tuvo grandes beneficios con el cuadro blaugrana, debido a que tuvo un volumen de negocio de casi un millón y medio de euros en tres años (de 2016 a 2018) y la mayor parte del dinero procedía de lo que se facturó al Barcelona.
A partir del 2018, Josep Maria Bartomeu decidió poner punto final al contrato y dejó de pagar por estos análisis arbitrales.
Las cifras de la vergüenza
Esta medida un duro golpe para Enríquez Negreira. A partir de ese momento la actividad de la empresa quedó reducida a nada ya que el Barcelona era el único cliente que tenía. El volumen de negocio de la ultima temporada completa que facturó al Barcelona ascendió a 562.840 euros. En la siguiente, que ya fue solo la mitad, la cifra se redujo a 329.373 euros. Fue entonces cuando la relación entre esta empresa y el club azulgrana llegó a su final de manera totalmente definitiva.
El cese de la relación hizo que el negocio de DASNIL-95 tuviera importantes perdidas. En el año siguiente el volumen de negocio del mismo fue de 7.384 euros y el 2020 fue de cero. De esta manera se ve claramente la dependencia que tenía Enríquez Negreira y su hijo de los ingresos procedentes del Barcelona.