El Real Madrid hizo los deberes ayer ante el Celtic de Glasgow y clasifica como primero de grupo por lo que estará en el mejor bombo del sorteo del que tendrá lugar el lunes en Estambul, sede de la final de la Copa de Europa de este año. Sin embargo, el Paris Saint Germain se ha encontrado la piedra del Benfica en el camino por lo que estará en el bombo b del mismo sorteo del lunes. Un sorteo al que no asistirán ni el Atlético de Madrid ni el Barcelona.
La imagen del año pasado se podría repetir de nuevo. Algo con lo que muchos no estarían igual de encantados que en la temporada pasada. Ejemplo de ello es la persona más dolida por la traición del delantero francés Kylian Mbappé. El tertuliano de El Chiringuito, Tomás Roncero, fue claro ante la puesta en escena de Josep Pedrerol, el periodista catalán explicó que la posibilidad de que Mbappé llegue en octavos al Bernabéu está cerca y el año pasado se le aplaudió ante las opciones de que fichara por el Real Madrid.
Este año ha planteado de nuevo una pregunta con intenciones perversas. El periodista sabe a la perfección que la opinión del madridismo frente a Kylian Mbappé ha dado un giro de 180 grados y no parece que el Bernabéu, de darse la ocasión, pueda recibir al francés entre aplausos y vítores. Todo lo contrario, se si da el caso el 10 del Paris Saint Germain tendrá que cargar sobre sus oídos una tremenda pitada y abucheos.
Es algo que cree fuertemente el madridismo, pues independientemente de que a futuros pueda vestir la camiseta del Real Madrid, el Bernabéu le dará de lado en esta ocasión a modo de sermón por la traición y el ninguneo que hizo al club merengue en el curso pasado. No es que pueda tocar el Paris Saint Germain, es que muchos querrán que sean los Messi, Neymar y Mbappé los que vuelvan a visitar de nuevo el templo blanco.
Hay ganas al PSG por el caso Mbappé, por la necesidad de reivindicar que el Real Madrid es el mejor sitio para triunfar, que el dinero no lo compra todo, que lo del año pasado no es casualidad y que Mbappé ha querido más dinero en lugar de más gloria. Todo eso lo saben los aficionados del Real Madrid quienes pretenderán a su regreso sacar su lado más madridista. Pues el gesto de Mbappé en junio de este año atentó contra la moral merengue.
Las ganas de ver a Mbappé en el Bernabéu son enormes, sin embargo tal y como explicaba Roncero no habrá aplausos para Mbappé. De darse el cruce en octavos, el delantero francés tendrá que ir pidiendo unos tapones porque el abucheo estará al servicio de una venganza, la de traicionar al mejor equipo de la historia, la de ilusionar a los aficionados para después dar la espalda. Eso no se olvida tan rápido y Roncero lo dejó ayer bien claro.