Parece que Roncero no estará solo en ese barco con el asunto de Lewandowski. Ayer manifestaba en “El Chiringuito” su queja rotunda por la corta sanción que le ha caído al jugador.
La expulsión del delantero azulgrana en El Sadar ante Osasuna en la última jornada liguera, dejó esa fea actitud que fue cazada por el cuarto árbitro y descrita luego en el acta.
La sanción a Lewandowski
El comité de competición valoró todo lo sucedido y es que no fue para menos ya que esa acción como dijo Roncero, tal y los tiempos que corren, era algo “ambiguo”.
Por parte de Roncero, el jugador sabía con exactitud lo que significaba aquello, pero en España y en todo el mundo. Es inadmisible e inaceptable para Roncero y para el madridismo que se permitan estos gestos tan desagradables.
Su máxima era la de renunciar a esa sanción y apelar por un partido más y que fueran tres los de sanción y no dos. De esta forma, se acabaría perdiendo cuatro encuentros.
Roncero lo tenía claro
Aunque aquello no fue lo único que le dijo. El periodista le echó un capote y asumió que estas cosas ya no le tocaban hacerlas a él. La premisa del delantero debía ser la de dar ejemplo porque es además del veterano, su única estrella del club.
De ahí las vehementes quejas del tertuliano de “El Chiringuito”. Su sorpresa, según su criterio, fue la de encontrarse el show que se montó a raíz de conocerse la sanción. Los barcelonistas se quejaban de ser excesiva, mientras que a los merengues les parecía demasiado corta y no era para menos.
Según Roncero, la acción del polaco fue llevada a cabo con alevosía. Su actitud fue amenazante hasta tal punto de repetir el gesto de la acción en varias ocasiones. Quién más, quién menos conoce este tipo de gesto y se puede interpretar de muchas cosas menos de “guapo”.
El gran perjudicado es el FC. Barcelona
Veremos cómo le afectará esto al juego del equipo culé, que como no, ya han decidido recurrir el castigo. Es poco probable que consigan algo de todo esto, pero por llorar que no quede.
Lewandowski se ha borrado solo. Será la oportunidad perfecta para que el madridismo venza de nuevo. Una auténtica lección de madridismo. Esos “valors” del club, no se ven por ninguna parte. Diferente del ADN madridista que sabe comportarse como toca. Un ejemplo a seguir, los jugadores blancos.