La relación de Bale con la afición del Real Madrid abrió el sábado otro nuevo capítulo. Cuando Carlo Ancelotti lo metió en el campo la hinchada merengue respondió como estaba previsto. De los aplausos a Karim Benzema se pasó, en un segundo, a una tronadora pitada al galés que no pasó desapercibida para los compañeros de El Chiringuito.
Y si Tomás Roncero pitó a Bale es porque cree que el galés, una vez tras otra, falta el respeto a la hinchada. Así se expresó en el programa de Pedrerol: “La pitada a Bale es justa y necesaria”, decía el periodista de AS. También hizo alusión a la actuación de Bale en el clásico ante la ausencia de Benzema, pues el delantero escurrió el bulto justificándose con un dolor de espalda.
La polémica aumentó tras el partido de Bale con Gales, donde este se salió. Paco Buyo, sin embargo, no opinaba lo mismo pues el ex portero del Madrid explicaba que esos pitos “no favorecen al club”.
Edu Aguirre, por su parte, dio la explicación más razonable de por qué el madridismo tiene derecho a pitar a un jugador que no está implicado con el equipo. Aludió a que los hinchas con su entrada y su abono están pagando los 12 millones de euros que paga el Madrid a Bale cada temporada. Un sueldo que no va a la par con el rendimiento que tiene el futbolista.
Y la verdad de todo esto es que el Bernabéu siempre se ha mostrado hostil con el galés, pero, motivos tiene. El galés apenas ha participado en las dos últimas temporadas a pesar de meterse en el bolsillo, como decía Aguirre, 24 millones de euros.
Con ese sueldo y el bajo rendimiento es normal que la hinchada merengue crea que el delantero le toma el pelo al madridismo, más cuando se pone la camiseta de su selección y parece transformarse. Roncero está harto del galés y como dijo Aguirre: “El madridismo tiene derecho a pitar a Bale”. La saga de esta relación Bale – Bernabéu está lejos de acabar, al menos, mientras el galés vista de blanco, cosa que puede acabar este mismo verano.