En el partido que enfrentaba a Países Bajos frente Argentina, dejaba en evidencia al peor Messi. Al jugador de la albiceleste se le vio de la forma más provocadora, irresponsable e irrespetuosa posible. No supo manejar la presión y se veía más fuera que dentro. Parece que ese genio solo lo saca con su país y no con sus equipos.
Acostumbrado a ver a un jugador cabizbajo, alicaído, con la mirada perdida sin encontrar soluciones, ayer lo vimos completamente distinto. Este tuvo un comportamiento impropio de un jugador de fútbol. Provocó al rival, encendió a la grada neerlandesa, la tomó contra el árbitro, Van Gaal y Weghorst.
La verdadera versión de Messi: irrespetuoso y cruel
El argentino mostró su verdadero carácter. Tantos años de tiranía, parece que le han afectado demasiado. Aquel tipo con cara de triste, se encendió como nunca y en vez de celebrar su pase a semifinales, aprovechó para rajar de todo y contra todos.
Con el primero que se las tuvo fue contra el colegiado: “No quiero hablar del árbitro porque no puedes ser sincero”. De Van Gaal le reprochó que no sabe jugar a fútbol: “solo tira pelotazos a los grandotes no más” y en la zona flash, antes de ser entrevistado por la prensa, soltó un: “qué mirás bobo, qué mirás, andá para allá bobo” al Weghorst, autor de los goles holandeses.
Si algunos criticaban a Vinicius y sus bailes, lo de Messi de ayer se quedaba en poco. Suerte de Juanma Rodríguez que alzaba la voz una vez más, y ponía a cada uno en su sitio.
El tertuliano de “El Chiringuito”, subió una foto a sus redes sociales en la que aparecía Messi celebrando su gol que subía al marcador. El periodista lo acompañaba con una frase en la que se podía leer: "Hay que ver cómo provoca Vinicius con sus bailes".
Este solo, e inmóvil se llevaba las manos a sus orejas esperando a escuchar en aquel momento los abucheos del rival. ¿Pero qué hacía?
Messi al borde del fracaso, otra vez
Lo que no se esperaba el delantero del PSG, es que a su selección le llegaran a empatar en apenas quince minutos después de aquel 2-0. Ni ayudas arbitrales, ni nada por el estilo.
Se habían dejado empatar y en dos jugadas de estrategia los holandeses lograron empatar, ¿entonces Messi no quería bailar, tampoco? De la prórroga a los penaltis y ahí la suerte cayó de un lado.
A punto estuvieron lo neerlandeses de pintarles la cara en un partido de lo más entretenido. Tuvo de todo: goles, afición, polémica, trifulcas, expulsiones, remontadas, penaltis... a Juanma Rodríguez no le faltó razón para quejarse.