Si algo ronda por la cabeza de los madridistas, es la posibilidad de pensar que cualquier otra canallada del VAR o del colectivo arbitral, le siga quitando puntos en su travesía por hacer historia.
La mano que le pitaron a Asensio en el partido ante el Girona todavía sigue haciendo mella a los aficionados merengues. Estos no quieren otra polémica de tal calamidad porque solo hace que ralentizar el ritmo del partido.
La polémica analizada por Rafa Guerrero
Aquella polémica mano pitada por Melero López e Iglesias Villanueva, sigue causando estragos y en “El Chiringuito” no lo pueden tener más claro. Es el caso de Rafa Guerrero, quién confirmaba de nuevo que esa acción no excede la antinaturalidad. No es algo que Asensio buscara a consciencia y que esta fuera completamente intencionada. El ex árbitro profesional, desmentía toda posibilidad de dar por válida esa jugada. Un error colosal que no debería haberse dado nunca.
Según Rafa, considera que la posición es natural y este es quién recoge la mano y no quiere hacerse más grande. La premisa es clara: el jugador no ve la pelota, se la encuentra de frente. Su intención no es la de hacerse grande y tapar el hueco. El disparo, potente y directo, prácticamente se le cae encima. El movimiento que hace con el brazo es de fuera hacia adentro. No cabe duda que es completamente un movimiento arbitrario. La premeditación no existe ahí.
Sin el VAR habría paraíso: El Real Madrid ganaría todavía más
Aunque todo indica que el fútbol moderno o la tecnología se está cargando este tipo de normas. El Real Madrid sin la intervención del VAR, con total seguridad, se hubiera llevado los tres puntos al finalizar el encuentro. La ventaja sería más amplia.
Todos la quieren tomar frente a este equipo. Luchan por hacerle las cosas más difíciles, ya que los blancos solo saben ganar. El partido de esta tarde en Champions medirá el temperamento de los madridistas. Una buena actuación de la colegiada, Stéphanie Frappart, puede ser clave. Será la primera mujer que arbitre al Real Madrid y su segundo partido de Champions en lo que va de su carrera. La presión ahí queda, nada menos que ante el vigente campeón.