Es extraño que una entrada con los tacos a la cabeza pase impune para el árbitro, para los narradores e incluso para gran parte de la prensa. Aunque Rafa Guerrero estuvo ahí para recordar a los aficionados que el Barça se debió quedar con uno menos nada más empezar el partido. Ya lo dijo Tebas, si hay un periodista que diga lo que no tiene que decir es probable que pierda su trabajo.
Se refería el presidente de LaLiga a que a ciertos equipos no se les puede ni criticar ni echar en cara acciones arbitrales. Pasó en el primer tramo de la temporada con una entrada asesina de Dembélé que no fue castigada ni con falta y ahora a vuelto a pasar con Balde. Lo que llama más la atención de todo esto es que antes del partido Jota Jordi compartía una imagen de Gil Manzano, árbitro del encuentro con un un aficionado del Real Madrid, la cual titulaba: "Gil Manzano, el que se hace fotos en peñas madridistas, hoy "arbitra" al Barça".
Rafa Guerrero tardó poco en responder con la imagen en la que Balde pateaba la cabeza de un jugador del Mallorca. Si la de De Jong a Xabi Alonso en el Mundial de Sudáfrica fue criminal esta entonces es terrorista. Con los tacos directamente a la cabeza de Lee Kang-in, el coreano del equipo balear. La jugada extrañamente pasó desapercibida, incluso Carlos Martínez ni la analizó, tampoco ninguno de los que le acompañaba en la narración de Movistar, ni Axel Torres ni Marcos López, tampoco la realización del partido hizo hincapié en dicha acción.
Rafa Guerrero en cambio cree que es de tarjeta roja por el peligro al que se somete al coreano pues de haber impactado de forma contundente podríamos estar hablando de una lesión muy seria. El caso es que Guerrero no solo criticaba a Jordi su oportunismo si no que no se pudiera sacar al Real Madrid de la cabeza. No afronta la realidad tal y como es sino que siempre, sus motivaciones y fracasos, acaban con el Real Madrid en el centro de sus pensamientos.
Es normal que no pueda eludir la grandeza de un equipo como el Real Madrid pues el puñal de las 14 Copas de Europa es algo que no se puede sacar fácilmente del pecho, más aún con un Barça que gana pero no juega nada bien a pesar de que él se empeñe en decir que Xavi es mejor que Zidane o que el Balón de Oro de este año lleva el nombre de Robert Lewandowski. Así las cosas, Pedrerol debería de mandarle un tiempo a la nevera para ver si el frío le hace despertar de esa ilusión en la que vive de una vez por todas. Pero será difícil porque este personaje vende su alma al diablo por 14 gramos de fama.