Atención, este mensaje va dirigido directamente a la FIFA y a la UEFA, así como a todos los organismos nacionales e internacionales que en su día escribieron las reglas del fútbol. A partir de ahora ya no se tendrán en cuenta los goles para proclamarse campeón de una competición sino que habrá una serie de jueces, entre ellos, Quim Domenech que decidirán bajo los estrictos códigos de su conocimiento futbolístico quién es el campeón.
Y aunque el que lea estas línea pueda entender que el primer párrafo es pura literatura, es, básicamente, lo que vino a decir ayer en El Chiringuito Quim Domenech. Y es que si bien al fútbol siempre han ganado los que más goles han sido capaces de anotar a su rival, esto para Quim ya no es lo más importante. "El mejor no es el que gana", explicaba en el programa de Pedrerol para asombro de todos sus compañeros.
Quizá entonces el Real Madrid en un gesto de humildad y reconocimiento al rival tendrá que ir a Manchester para darle la Champions del año pasado a Pep Guardiola. Es más es que lo idóneo sería no jugar más ni un partido de esta temporada ya que si el Barcelona o el City son los que mejores juegan y por ende el que mejor juega es el mejor, habrá que entregarles los títulos a pesar de que estamos en octubre.
Estas palabras responde a algo muy simple, y es el eterno complejo de inferioridad que tienen los hinchas culés con respecto al Real Madrid, que sin querer gana Champions cada vez que bosteza. Ya los dijo en una serie documental Jorge Valdano, "el Real Madrid es la única civilización que no conoce la decadencia", y si es así es porque el discurso que presentó ayer Quim Domenech lo dijera un madridista, todos los de su raza le dejarían claro que lo que importa en el fútbol, además de jugar bien es ganar, de lo contrario siempre serás un equipo pequeño.
Y es que la autocomplacencia parece un término que le viene dado a los del Barça y a los del Atleti, de ahí se puede traducir la forma que tienen de encajar los títulos del Real Madrid. Dijo algo así como que la última Champions del Real Madrid no la merecía, debido a que según él, los de Ancelotti no jugaron como otros equipos, es decir, como el Mancheste City de su querido Pep Guardiola.
Sorprende sin embargo que tire de hemeroteca para contar aquella vez que el Barcelona ganó una Copa de Europa con un gol de Iniesta en semifinales. Valga decir que olvidaba Quim que en aquella Copa de Europa el Barcelona recibió de forma escandalosa y sin parangón una mano arbitral sin duda. Aquella Copa de Europa la ganaron finalmente los culés, y básicamente, pese a las ayudas arbitrales, la ganaron porque fueron los mejores.