Si el programa de “El Chiringuito” triunfa, es gracias a Josep Pedrerol. Este no ha dejado de implementar numerosas novedades a partes iguales en todas direcciones.
El éxito de Pedrerol
Los tertulianos que trae, y todo lo que genera su contenido, es de lo más comentado en redes y de hecho, a pesar que sea algo polémico han conseguido sacar partida de allí dónde se lo propone.
Por eso, no es casualidad que personajes como el Lobo Carrasco ahora se mantenga algo más al margen. Si hace unos meses recordábamos a este tertuliano culé más exaltado de lo normal, era porque el personaje se estaba comiendo al tertuliano y eso empezaba a ser algo peligroso para los intereses de Pedrerol.
El presentador, no podía permitir tener a dos “Cristóbal Soria” en plató ya que ya tenía suficiente con uno.
El malestar con el Lobo Carrasco
Mientras uno bajaba el pistón, el otro no dejaba de subirlo y a pesar que fueron semanas muy intensas y con numerosa repercusión, el hartazgo acabó llegando y mucha gente le aborrecía o bien, se mostraba reacia a seguir escuchando su discurso.
Por eso, el periodista trató de mediar en las dos partes y consecuentemente lo ha ido trayendo menos veces al plató para no caldear todavía más el ambiente. El tertuliano se iba creciendo el solo y parecía gustarle esa extraña posición que había tomado.
Pero la realidad es que solo se iba ganando enemigos de todas partes de forma innecesaria. De hecho, hasta algún sector barcelonesa no le gustaba lo que oía y también empezaban a distanciarse de sus palabras. El colaborador pecó de exceso de confianza y casi lo pagó muy caro. Pero ahí estaba Pedrerol para reconducir la situación.