El ridículo espantoso que está generando el barcelonismo y el vídeo de su presidente Joan Laporta, saltando en Pamplona tras la victoria de su equipo en El Sadar, está dando mucho que hablar.
Ayer lo hacían público en “El Chiringuito” y las críticas poco tardaron en llegar. Entre Roberto Morales y Paco García Caridad desmontaron la tesis azulgrana de Jose Álvarez o Quim Domenech en muy poco tiempo.
Estos ilusos, se conformaban entonces con ser “campeones de invierno”, como le llamaban ellos. Pero al madridismo nunca le acabó de convencer esta situación. Primero, porque ni mucho menos es definitiva y segundo porque el Real Madrid está capacitado para revertir la situación.
Sin ir más lejos, en el partido de esta noche tienen la posibilidad de recortarle distancia al líder y quedarse a tan solo dos puntos de diferencia.
García Caridad le da una lección al barcelonismo
De ahí que esos saltos sean completamente absurdos. Laporta sabe del lío en el que andan metidos. Ganando partidos como si de una lotería se tratara, su estado de ánimo está en la sala de operaciones constantemente.
El paciente no aparenta una regularidad y este sufre crisis de gravedad: véase la estrepitosa eliminación de Champions o la derrota en el Bernabéu. Las cosas no son como Laporta trata de disimular.
Paco García Caridad lo tenía claro anoche. En palabras del periodista catalogaba su comportamiento de “patético”. Así se refería al papelón que hizo el máximo mandatario de los azulgranas, cuando se abrazaba a uno de sus vicepresidentes, Rafa Yuste.
Laporta quedó retratado en "El Chiringuito"
El madridista comparaba esa actuación, con algo similar a lo que hizo Monchi no hace mucho. Son personajes a los que les gusta el espectáculo o el protagonismo. Tratan de ocultar la realidad, tirando de épica. Pero lo cierto a día de hoy es que los culés no han conquistado nada todavía, ¿Dónde está el sextete y los títulos de Laporta que prometió que Xavi los conseguiría?
La bancada del eterno rival permanecía callada y en silencio. El único que alzó la voz fue Quim Domenech, quién le reprochó a Paco que el fútbol se podía vivir de muchas formas y eso al barcelonismo, asumió que le gustaba.
El director de contenidos de DAZN en España, concluyó que uno no puede vivir amargado todos los días y acabó por concluir que "hay que ser felices en la vida". Así se expica la inocente situación que se vive en el Camp Nou. Pero no es cuestión de actitud, es que ningún presidente de cualquier club mínimamente serio sería capaz de armar tal espectáculo. Por respeto, por decoro y por representar a una institución de miles de personas.
Laporta se comerá sus propias palabras dentro de un tiempo
Sin embargo, no es la primera vez que se le ve en esa tesitura. A Laporta, ya le han cazado varias veces así, pero parece que tampoco le importa. En su primera etapa como presidente ya le asociaban como un hombre socialmente activo, a quién le gustaba mucho la fiesta y la celebración.
Parece que las costumbres no las ha perdido. Aunque siempre se puede seguir celebrando, mientras se haga de forma comedida. El Real Madrid es todo un señor y difícil será encontrárselo así.
El comunicador estuvo acertado en sus palabras y no lo pudo haber dicho mejor. Veremos qué es lo próximo que celebra, pero parece que esta gente no tiene remedio. Ya habrá tiempo para celebrar a final de temporada, ahora no es el momento.