La historia madridista guarda muchos secretos que nadie se hubiera imaginado. En concreto, hablamos hoy de todos los futbolistas que han pasado por el club, que no son pocos. Los que más minutos han jugado, los que más goles han anotado o los que mejores recuerdos nos han dejado. Su legado será magnífico.
Poder triunfar de blanco es un privilegio que pocos han tenido y si hacemos el ejercicio de pensar en varias leyendas: trata de averiguar cuántas te salen. En Planeta Real Madrid queremos desvelarte dos casos. Paco Buyo y Fernando Hierro.
El primero, ha sido uno de los grandes porteros que ha tenido este equipo en toda su historia. Un papel fundamental en sus once temporadas que vistió de blanco.
Paco Buyo, un referente en su posición
Fue un seguro de vida para todo el madridismo y siempre mantuvo una tranquilidad pasmosa bajo palos. Sus reflejos, agresividad y rápida reacción para salir de puños o hacer una estirada imposible, eran sus principales virtudes como guardameta. Nadie se atrevía a poner la cabeza o el pie, si el gallego estaba de por medio.
El rendimiento del portero también mejoró mucho el nivel de la plantilla. Compartió equipo con dos fantásticas generaciones: “La quinta de los Machos” y la “la quinta del buitre”. Una unión perfecta. El grupo humano de aquellos futbolistas era incomparable con cualquier otro equipo.
Tanto es así que nunca se planteó abandonar a su equipo, por cualquier otro. Ni por todo el dinero del mundo, tal y como lo explicó ayer en “El Chiringuito”. El ex guardameta, es colaborador habitual del programa de tertulia deportiva, y es íntimo amigo de Josep Pedrerol.
Lleva muchos años en la televisión y tras más de 20 años de secreto, ayer tomó la decisión de desvelar una operación que le hubiera cambiado la vida. Buyo se animó a contar lo que nadie había escuchado.
Tan extraño como polémico, lo sucedido ya no tiene valor alguno, más allá del respeto que se ha ganado el arquero con su afición y su gente.
El FC. Barcelona quiso entrometerse en la carrera de Buyo
Al merengue le vino a buscar ni más ni menos que el FC. Barcelona, antes de aterrizar en el Bernabéu. El guardameta vivió también numerosos años en el Pizjuán, hasta seis años.
Pero el Sevilla se le quedó pequeño y quería afrontar un reto de nivel como el que le proponían desde la capital. Lo abrumador, además, es que fueron hasta en tres ocasiones. La primera con Terry Venables en el banquillo, y las otras dos con Johan Cruyff.
El inglés, estuvo tres temporadas en el Camp Nou desde 1984 a 1987. Su intención era renovar al equipo, y contar con la posibilidad de incorporar al meta. Más dinero, con un proyecto tentador, y en una gran ciudad. Pero la madurez deportiva del jugador fue determinante para tomar la decisión final.
Buyo era un hombre de palabra y con el sueño que tenía desde niño, no podía anteponerse a un proyecto cargado de billetes. Él quería jugar, tener la consciencia tranquila y disfrutar de unos años espléndidos.
Cruyff le ofreció un cheque en blanco
Estaba en el mejor momento de su carrera, y sabía que el conjunto madridista solo pasaba una vez en la vida. Por tanto, decidió declinar cualquier invitación que le privara de vivir su sueño. Un madridista de cuna. Cuando habla el corazón, que se aparte la cabeza.
Aun así, su reputación fue tan espléndida, que hasta dos veces más lo intentaron los rivales culés. Hubiera sido una traición en toda regla. El Barça quería jugar sucio y llevarse al cotizado guardameta.
Con Cruyff dirigiendo a los azulgranas, lo volvieron a intentar. El holandés era el principal atractivo, para cualquier jugador, pero Paco siempre priorizó el proyecto deportivo.
El colaborador cuenta que hasta le ofrecieron un cheque en blanco. Pusiera la cantidad que pusiera lo hubieran firmado. Así de rastrero eran los azulgranas, que magnifica a la vez, el papel del portero ante situaciones de este estilo.
Hasta en dos ocasiones, le dijo que no. El madridista se mantuvo en firme y siempre respetó sus valores sin faltarle al respeto al escudo que defendía. Acabó haciendo historia: defendió el feudo blanco en 433 duelos y ganó una infinidad de títulos: 6 Ligas, 2 Copas del Rey y 4 Supercopas de España.
Fernando Hierro, el deseado del Atlético
Pero no es el único que fue tentado por otros equipos. Fernando Hierro, uno de los madridistas con más minutos, también se le relacionó con otro de los rivales directos: el Atlético. El club colchonero, tentó al futbolista antes de aterrizar en el feudo blanco, cuando jugaba para el Valladolid.
Le persiguieron una y otra vez, con llamadas, mensajes e intercambios de palabras continuas. Aunque las negociaciones se torcieron y con la aparición de los de Chamartín, Hierro cambió su decisión y la historia cambió por completo.
La historia de aquel fichaje fue tan rocambolesca que hasta se dice que el Real Madrid tuvo que indemnizar al Atlético. Increíble pero cierto.
Su poderío es abismal. En condiciones normales, nunca nadie ha rechazado la posibilidad de jugar en el Ave Fénix. El equipo que vuela solo. Su juego es mágico, feroz y abismal que ocupa todas las portadas de periódicos y que está en boca de todos.