No se sabe todavía ni cómo ni porqué, pero parece que muchos de los seguidores colchoneros presentes en el Santiago Bernabéu en la tarde de ayer, eran ultras del equipo rojiblanco. Una situación que nadie se hubiera imaginado y es que este tipo de colectivos solo hace que armar lío y jaleo cuando uno menos se lo espera.
Tras la derrota de su equipo poco pudieron hacer, aunque no se explica cómo llegaron a entrar. De aquellas 344 localidades repartidas, muchas estuvieron bajo estricta vigilancia. El conjunto blanco nunca hubiera deseado entregárselas a estos, y menos a sabiendas de todo el lío que hay montado.
Los anti madridistas se lavan las manos
Por tanto, todo apunta a que sospechosamente las consiguieron por otro canal muy directo. El conjunto dirigido por Enrique Cerezo también se exculpa y no reconoce la autoría de estos hechos.
Para José Luis Sánchez, quién fue uno de los primeros que denunció dicha problemática, advirtió que el Real Madrid debería entonces tomar cartas en el asunto sea como fuere. Para el periodista habría que erradicar el problema de manual y cortar esa imagen deleznable de raíz.
La polémica está servida
Es una situación que, al fin y al cabo, no ayuda ni interesa a nadie. Tan solo afea al fútbol español y al escudo de uno de los equipos más grandes del mundo. El club ya habría intervenido por el caso Vinicius, y ahora sería turno para abolir dicha situación.
A día de hoy ciertos tipos de ideologías ya no interesan y estas ni mucho menos deberían ser representadas por una gran institución. El Atlético podrá seguir conformándose de brazos cruzados, pero el problema pasa por tan solo mirarse a su ombligo: el centro de atención de todas sus polémicas.
La situación es prácticamente inaguantable por mucho que digan todos los anti madridistas que siguieron diciendo que Vinicius provoca a todas horas.