Posiblemente no se haya visto nada igual en mucho tiempo. A decir verdad, los enfados, las broncas y las discusiones ya son habituales en el programa de Pedrerol, pero en clave madridista siempre habrá quién se recuerde posiblemente de uno de los épicos recuerdos de los últimos años.
Hablamos sobre el día en el día en el que el Barça cayó derrotado en Champions, una vez más, ante el Liverpool y de qué manera. Ese 4-0 no se olvidará jamás. No solo la cantidad sino la forma de hacerlo.
La peor noche de Cristóbal Soria
Los de Klopp supieron meterle mano de todas formas. Tal fue el ridículo que hasta los ingleses supieron remontar un 3-0 de la ida. Aquella edición la acabó ganando el Real Madrid con un finalista como el Liverpool.
Pero más haya de los éxitos blancos, Cristóbal Soria se encendió y de qué manera. Preguntado sobre el nivel mostrado por el Barça, a este le faltó tiempo para que se le encendiera la yugular. Empezó a dar voces a troche y moche ante el escándalo que acababa de ocurrir.
Los madridistas como Roncero reían, pero este solo daba voces. El problema que acusó Soria, no era nada más que uno: un “problema de carácter”. Aquella sentencia la repitió más de una vez y a cada cual más fuerte.
Su expresión y enfadó evolucionaban a cada palabra. “Los tíos dónde están los tíos” decía Soria, el cabreo fue tal que el tipo empezó a tener sudores y al mismo tiempo se iba moviendo por todo el plató.
Soria no sabía dónde meterse
Cargó contra Valverde, entrenador en aquel momento culé y contra el fair-play, dónde dejó otra de sus frases para el recuerdo: “me cago en la madre que parió al fair-play”.
El tipo estaba encendido y de qué manera. Su discurso duró cerca de 3:50 dónde se hizo el silencio en el programa. Las miradas expectantes se habían colado de forma disimulada, y es que quién no se río de aquel auténtico despropósito.
El cuarto gol, el de Origi, no podría haber ocurrido jamás. Error de infantiles y es que a Soria quizá no le faltaba razón alguna. Desde entonces el FC. Barcelona no ha vuelto a tener suerte en dicha competición. El balance lo demuestra: dos años fuera ya.