Julio Maldonado Maldini no tuvo problema en hacer sangre con un futbolista del Real Madrid que ayer no estuvo muy acertado. Decía Maldini que el jugador aparecía muy poco y que apenas estaba teniendo transcendencia en el juego de su equipo.
Falta de ritmo
Se trata de Eduardo Camavinga, uno de los grandes señalados de la derrota de ayer del Real Madrid en la Supercopa de España. El francés no estuvo fino ni en ataque ni en defensa y Maldini ya lo puso en crítica durante los 90 minutos.
Fue muy reiterado al señalarlo jugada sí jugada también. Pero tal vez se está siendo muy duro con él pues no hay que olvidar que solo tiene 20 años y que su carrera deportiva no ha hecho más que empezar.
La realidad de Camavinga
A parte de las consideraciones de Maldini, lo que sí quedó claro en Camavinga es que necesita a alguien por detrás que le de garantías. El hecho de tener que ser en ocasiones la brújula en el repliegue le desconecta de funciones ofensivas.
De ahí que para Maldini no estuviera participando ni en una faceta ni en la otra, pues parecía llegar tarde siempre.
Aparte de esto, lo que está claro es que Camavinga tiene condiciones más que de sobra de para seguir creciendo, que no hay que ser tan crítico con el y que las pegas a su fútbol hay que realizarlas desde el conocimiento de su juventud.
Tiene mucho margen de mejora y quizás por eso ha encajado tan bien en el Real Madrid desde que llegara. Eduardo Camavinga es parte del proyecto del futuro por lo que es muy pronto para sacar conclusiones sobre él.