Terminaba un partido para recordar en el Camp Nou y la celebración en Madrid era máximo. El equipo conseguía sacar un resultado espectacular con una remontada de las que nos tenía acostumbrados. Todo eran elogios para una plantilla que no consigue darse nunca por muerta ni debilitada.
Los culés rendidos al madridismo
Pero si algo todavía no era prácticamente ni planeado era toda la emoción y ebullición que se vivía en el monstruo que creaba Pedrerol con su minuto a minuto de los ya conocidos clásicos. El equipo de “El Chiringuito” se reunía al completo con numerosas caras conocidas de ambos lados: madridistas y culés.
Aunque mientras los merengues trataban entonces de pedir explicaciones, el Lobo Carrasco, habitual tertuliano antimadridista se deshacía en elogios a la dupla formada por Kroos y Modric. El ex jugador se detenía a felicitar a la pareja visto la cátedra de fútbol que han realizado a lo largo de todo el encuentro.
La advertencia del Lobo Carrasco
Este, como muchos otros, ya hubiera deseado tener a la mitad de talento que albergan el alemán y el croara en su equipo, para tratar de parar esa sangría que sufría el Barça a medida que avanzaba el encuentro.
El sufrimiento culé ya no podía soportarse de ninguna de las maneras y hasta el comentarista aseguraba que para hablar de ese mediocampo habría que lavarse la boca como fuera. El Real Madrid ha demostrado tener esa capacidad de liderazgo en todo momento: nadie se puede reír de este equipo.