La sanción impuesta por el comité de competición a Robert Lewandowski tras el polémico gesto de la nariz, está haciendo mucho daño en Barcelona. Tal es la gravedad, que hasta ya tiemblan por miedo a perder el liderato. El último en sacar sus lloros ha sido Jota Jordi quién vació toda su rabia frente a la Federación.
Este empezó a sacar las facturas al madridismo: Lloros y más lloros. Pero en la vida, no está ciego el que no ve, sino el que no quiere mirar las cosas por su nombre. Que si el colaborador quiere blanquear el feo gesto y la brutal falta de respeto a los árbitros, adelante.
El barcelonismo no se puede ir de rositas
Pero eso debe ser merecidamente castigado. Si considera que a Vinicius no le pegan los suficientes palos, es que no se ha visto ningún partidos de los blancos.
Es más,define la agresión de Fali a Rodrygo en el último partido frente al Cádiz, como: “un golpecito”. Mientras que a su equipo le han perdonado de todo: expulsión a Marcos Alonso ante el Valencia, numerosas tarjetas a Gavi que es uno de los que hace más faltas de la Liga, los lloros de Xavi en rueda de prensa, las críticas y comportamientos de Piqué...Aquí también podríamos seguir incorporando cientos de detalles.
Eliminados de la Champions, la Liga es su única baza, pero parece que su mentalidad de equipo pequeño hará que su sueño se destruya en pedazos. Son capaces de anunciar incluso que si España gana el Mundial, lo habrán ganado solo los jugadores culés.
Jota Jordi puede seguir llorando
Una auténtica vergüenza lo que se tiene que soportar en ciertos casos. Porque si hay alguna cosa que se debería rectificar es la sanción a Lewandowski: le han caído demasiados pocos partidos. A este ya le están lavando el cerebro y ha caído asumido en un sistema de juego muy aburrido.
El Real Madrid no debe caer en ese tipo de provocaciones y debe seguir haciendo su trabajo como hasta ahora. Las cosas no le pueden ir mejor y visto lo visto, en cualquier despiste se vuelven a colocar primeros, dónde se lo merecen.