La vehemencia del Lobo Carrasco es muy irritante en ocasiones. Ayer volvió a demostrarlo una vez más en directo y de no ser por Josep Pedrerol, la cosa podría haber acabado peor.
El que había sido jugador barcelonista la tomó con Roncero al que le faltó al respeto de malas maneras. Lo llegó a ningunear tras una calentada brutal en plató con Iñaki Cano. El redactor jefe del Diario AS, poco pintaba en esa discusión, pero fue el peor parado con las palabras del Lobo Carrasco.
La actitud más irritante del Lobo Carrasco
Este se midió en una batalla dialéctica con el otro periodista de la bancada madridista, Cano, tras que el culé hubiera sido claramente vapuleado por José Álvarez en dos sencillas frases.
El corresponsal de Barcelona, le dejó claro lo que de verdad debería ser el ADN culé, ganar a toda costa. Le invitó a olvidarse del estilo, del toque, de los pases...una reacción fuertemente aplaudida por todos los miembros de plató.
Escaldado el Lobo, ya no sabía dónde meterse y siguió dando voces sin ton ni son. De lo mismo que se queja de los madridistas, sobre si no son capaces de asumir al mejor, también lo hace él en sus discursos de odio. Es incapaz de hablar bien del Real Madrid, apelando siempre a la historia y a la épica barcelonista, cuando tienen nada y menos.
La metedura de pata del Lobo Carrasco
Ayer se pasó de soberbio. Primero le espetó a Cano que estaba en fuera de juego, algo que calentó y con razón al periodista, para después atizar a Roncero sin venir a cuento. Este se creció con el órdago que le tiró Pedrerol, quién le felicitó por sus intervenciones.
Aunque cuando el Lobo siguió con su bronca al madridismo para intentar despertar el sentimiento deportivo de cada uno de los tertulianos, lo hizo de muy malas maneras. Ninguneó a Roncero desacreditándole como comunicador y en vez de catalogarle de periodista reputado, le consideró tan solo un amigo.
Algo que Pedrerol se dio cuenta y le paró los pies a tiempo al igual que Tomás. La arrogancia de este, llegó hasta tal punto que tan solo decidió subrayar la palabra "subdirector", tratanto de desprestigiarle.
El gurú del madridismo se lo tomó con ironía y sacó pecho de su saber estar. Tan solo le pidió respeto con una sonrisa desafiante, algo que incendió más al Lobo. El presentador también atizó ahí al que había sido ex futbolista, corrigiéndole sus palabras.
Posiblemente sea, actualmente, el más cansino de la bancada azulgrana. Sus discursos aborrecen y son más que previsibles, tratando de defender a su equipo a toda costa.
La pifia del Lobo no puede pasar por alto
Con total seguridad, él tampoco fuera el mejor futbolista de su época y nadie se lo recuerda. No consiguió ganar apenas nada como barcelonista y su trayectoria no invita a pensar que fuera un jugador brillante.
El Lobo tiene que medir y madurar sus palabras porque el elenco de invitados que conviven cada noche en “El Chiringuito”, son auténticas figuras del mundo del deporte. Quizá Pedrerol debería enviar al Lobo Carrasco durante unos cuántos días.
Aquí vemos como la rivalidad es real. No hay nada de ficticio o teatro. Algunos no se llevan ni bien y si tampoco comparten los colores de su equipo, menos a nivel humano. El Lobo le debe unas disculpas al que ha sido un gran defensor del madridismo. Roncero no se merece esto y menos con la auténtica trayectoria que lleva. Lamentable que todavía ocurran cosas así.