Posiblemente la entrevista más esperada en todo este tiempo. Muchos temas por definir, desvelar y analizar entre el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, y Josep Pedrerol, el presentador de “El Chiringuito”. El mejor cara a cara en mucho tiempo.
El máximo mandatario prometió que de ganar la catorceava, concedería esa entrevista y así lo ha cumplido. El plató se vistió de gala para recibir a la voz merengue más autorizada. Muchos flecos pendientes, la espera se hizo esperar y hubo muchos temas por tocar: el “tic tac”, “tranquilo”, Mbappé, Vinicius, Balón de Oro…
Momento histórico de la televisión
La entrevista no podía empezar mejor. La cuenta atrás, el “tic tac” del que todo seguidor blanco ya conoce…pero sin esperar al delantero del PSG, sino a Florentino Pérez. El programa de tertulia deportiva, hizo una especial cobertura a expensas de que se pudiera conseguir ese fichaje.
Aunque luego se produjera una eterna traición y la película cambiara de lado: su club y la versión del atacante parisino, pasarían a convertirse en el enemigo número uno del conjunto blanco. Florentino llegó a confesar que no lo consideraba así. El mejor presidente de la historia, siempre prudente y avispado, tuvo palabras para todos.
Estaba a gusto respondiendo a las preguntas. Permanecía tranquilo y siempre barría para su casa. Sus jugadores son su familia y nada más que eso. Prudente al responder con una facilidad pasmosa para salir de cada pregunta, disfrutó y mucho en todo momento.
Un año para recordar: Florentino eufórico
Para Florentino, posiblemente sea una de sus mejores temporadas. El grupo de jugadores, el entrenador ideal, la forma de resolver los partidos brindando a la afición con noches gloriosas en el Bernabéu, la incorporación de jóvenes jugadores que mejoraron al resto…Condicionantes imprescindibles para hacer partícipe a todo el madridismo que este, es el mejor equipo actualmente.
No se conoce rival que le pueda hacer frente. El caso Mbappé ya es historia. Todo el mundo echa balones fuera, y la parroquia madridista se ha dado cuenta que quizá no le necesita. Tchouameni y Rüdiger son la nueva ilusión.
La escenografía que acompañó a la llegada del presidente, fue espectacular. A las doce puntual como un reloj, Pedrerol, empezaba con su particular editorial. Planos fundidos a negro, luces blancas para contrastar las siluetas: dos figuras y una charla por delante. Como si se tratara de un duelo de bandoleros, todos esperaban golpe a golpe, su cometido.
Nadie se quiso perder aquella entrevista, de la que se hablaron de muchas cosas. Impresionante lo sucedido anoche, una obra de arte del avanzado en el tiempo, Josep Pedrerol. Siempre ágil, directo y con buen manejo de palabra para salirse con la suya.