La polémica siempre gira sobre el Real Madrid. Convertirse en el equipo más prestigioso del mundo tiene estas cosas y a veces saltan chispas cuándo se debate sobre el juego y la calidad de los jugadores que conforman este club.
Esto ocurrió en la noche de ayer en “El Chiringuito” tras disputarse el partido entre el conjunto blanca y el Mallorca. El resultado fue favorable para los de Ancelotti. El resultado así lo demostraba con ese 4-1 a favor.
Aunque hubo tramos del encuentro en el que el juego pasó a ser cuestionado por las filigranas y virguerías que hizo Vinicius sobre el verde.
Vinicius es la nueva alegría del fútbol
El brasileño, autor del segundo gol que certificaba la remontada, se convirtió en el mejor del encuentro. Su habilidad con el balón provocó las críticas del rival y todos aquellos anti madridistas que le acusaron de “provocador”.
En la tertulia de noche deportiva más especial de la televisión, “El Chiringuito”, hubo quién se las tuvo por el delantero blanco. Bastaron diferentes opiniones para entrar en un acalorado debate entre: Josep Pedrerol, Edu Aguirre y Juanfe Sanz.
Este último llegó a acusar al atacante madridista de que hacía cosas que no venían a cuento. Los otros dos actores defendían la voluntad del madridista de hacer levantar el público de su asiento.
¿Dónde está el límite en el fútbol?
Es un auténtica encrucijada: ¿Dónde está el verdadero límite entre el vacile y la falta de respeto o el simple hecho de hacer espectáculo? ¿Quién marca ese límite? No todos los madridistas están de acuerdo con Vinicius y por ello, es un tema delicado.
Hay que andar con ojo para saber qué hacer en cada momento. Aunque muchos son los aficionados que vienen de lejos para ver un partido del equipo al año. Hay gente que paga una entrada únicamente solo para ver al brasileño, Benzema o Courtois.
El espectáculo debería ser obligatorio en el terreno de juego
Al espectador se le debe ilusionar. La magia carioca no cesa. Lo hacía Ronaldo Nazario, Ronaldinho, Neymar y ahora Vinicius. No hay quién los pares y esto son de la clase de jugadores que te lo hacen todo con una sonrisa en la boca.
No para dañar al rival, sino porque es la única forma de entender el fútbol que tienen. No se les puede achacar por ello.
Tampoco se debería celebrar el aplauso fácil a aquel que pega las patadas, quiénes tratan de pararle los pies. Todo forma parte del juego: da igual el resultado, el minuto o el estadio.
El deporte es el séptimo arte y no hay otra forma de entenderlo. Mucha gente es la que vive de ello y si uno quiere ser el mejor, tendrá que diferenciarse por algo. No hay más.
Ancelotti premia el buen fútbol
Puede que todos tengan la razón y no haya nadie que se equivoque. Hay que arrimar el hombro para llevarse bien. Ancelotti es de esos. El mismo técnico, gran valedor del “20” blanco, ya le pidió calma en varios compases del encuentro para que la cosa no fuera a más.
Carletto quería proteger a su jugador: una lesión ahora con Benzema fuera, provocaría un auténtico descalabro en la hoja de ruta del club. Le pidió en varias ocasiones que se centrara a lo que ocurriera sobre el verde.
Todavía desconocemos que era lo que buscaba el futbolista, pero ha conseguido que se hable de él. Es un auténtico fuera de serie y puede que marque una época con su fútbol atrevido.