Posiblemente sea uno de los momentos más importantes para la historia del programa en sí. Aquello no fue del agrado de nadie, pero Pedrerol tomó una de las decisiones más importantes de su vida. Abandonar la emisión de su primer “hijo”. Las efemérides de hoy, nos desvelaban que hacía nueve años del adió de “Punto Pelota”.
La decisión de Pedrerol
El presentador consideró oportuno cerrar la emisión con Intereconomía y así ponerle el cierre a su programa estrella de “Punto Pelota”. En aquella redacción había numerosos periodistas que crecieron bajo el amparo del catalán y la dinámica del programa era prácticamente la misma. Aquel espacio marcó un antes y un después y no era para menos.
Los motivos que acusaron su salida de la cadena, era propiamente por impagos. Los propietarios no podían permitirse pagar aquellos costes y nadie recibía una respuesta.
Este se acabó hartando y se largó a hacer lo que le gustaba a otra parte. Entonces llegó Atresmedia y aquel barco a la deriva, se convirtió en un transatlántico de primer nivel.
El nuevo "hijo" de Pedrerol
Lavado de cara, nuevo nombre, plató, tertulianos, todo cambiaba pero la esencia era la misma. Vender lo que nadie hacía. Ese éxito consiguió madurar y mantenerse con las mejores cuotas de audiencia en su franja de televisión.
El programa se ha convertido en un fenómeno social: los tertulianos son prácticamente héroes con capa. Las noches de los domingos a jueves están ocupadas para el espacio de referencia.