La salida frustrada de Cristóbal Soria de El Chiringuito ha hecho correr ríos de tinta. El colaborador de Josep Pedrerol reapareció el jueves por la noche en el programa para dar un golpe de efecto después de dos semanas de ausencias que habían hecho aflorar todo tipo de rumores. Pero todo formaba parte de una estrategia de marketing. Y no es la primera vez que se ve algo así en televisión.
Son muchos los que dicen que Josep Pedrerol es una bestia televisiva, que ha inventado un género deportivo y muchas cosas más. Pero al final, todo está inventado. Y lo único que ha hecho Josep ha sido adaptar al fútbol la idea de otros programas, tal y como ha quedado demostrado con lo ocurrido con el ex delegado del Sevilla. En este caso, estamos hablando de que Pedrerol siguió el ejemplo de uno de los programas más exitosos de la televisión: Sálvame.
La estrategia seguida por El Chiringuito para recuperar la audiencia perdida y hacer olvidar el caso Vinicius ha sido una copia burda de lo que Sálvame lleva años haciendo una y otra vez: filtrando enfrentamientos entre colaboradores, guerras internas, con la desaparición de según qué rostros del plató y sus posteriores regresos. Así se ha hecho con Cristóbal Soria, igual que el programa de Telecinco lo ha hecho en el pasado con Belén Esteban o Jorge Javier Vázquez.
Josep Pedrerol no ha sido innovador, pero sí eficiente, ya que en cierta manera el incendio provocado por el caso Vini ha quedado sofocado por todo el runrún alrededor de la figura de Cristóbal Soria.
Cristóbal Soria nunca pensó en dejar El Chiringuito
A pesar de todo lo que se ha hablado en las últimas semanas, Cristóbal Soria nunca pensó de verdad en dejar El Chiringuito. Todo ha sido una cortina de humo para que la audiencia olvidara lo sucedido con Pedro Bravo y Vinicius, y que cesaran las críticas que apuntaban al programa por el comportamiento racista de algunos colaboradores hacia el futbolista brasileño.
Las cosas se fueron completamente del control de Pedrerol con la denuncia de Iñaki Angulo, quien afirmó que Vinicius había sido chantajeado por el presentador a través de un periodista de El Chiringuito que le amenazó con "destrozarle" en el programa si publicaba el vídeo contra el racismo que finalmente acabó publicando. Ahí Josep supo que había que hacer algo y Cristóbal Soria ha sido la herramienta perfecta para recuperar el control de la situación... de momento.
Durante días, no se ha hablado de otra cosa que no fuera el futuro de Cristóbal Soria, si seguiría o no en el programa, y qué motivos le habían llevado a quedar fuera del programa durante tanto tiempo. Tanto se ha especulado que el tema de Vinicius ha caído en el olvido de muchos... Aunque otros tantos se han dado cuenta de que todo formaba parte de un plan.
Un plan que Sálvame ya ha llevado a cabo en numerosas ocasiones y que evidencia los primeros síntomas de agotamiento en El Chiringuito. Nada es eterno y Josep Pedrerol lo sabe. Tendrá que agudizar el ingenio si quiere que el negocio le dure muchos años más.