El bronco y lamentable encuentro del domingo pasado entre Atlético de Madrid y Real Madrid se recordará por el intolerable comportamiento de parte de la grada del conjunto rojiblanco, que lanzó varios objetos a Thibaut Courtois y el partido tuvo que pararse.
Lo que debería haber sido, sin más, una fiesta del deporte rey terminó con un partido que pasará a la historia antes por la polémica que por el fútbol propiamente dicho.
El encuentro fue paralizado durante más de un cuarto de hora luego de que Courtois tuviera que sufrir una avalancha de objetos -mecheros, principalmente- sobre su persona tras el gol de Militao. A partir de ahí, no hubo nunca más fútbol y eso penalizó al Madrid.
Diego Pablo Simeone, que corrió enseguida para increpar al cancerbero belga, terminó justificando y poniendo en el mismo nivel a los radicales hinchas de parte de la grada del Metropolitano que al guardameta del Madrid.
El argentino y el ‘1’ blanco mantuvieron una acalorada conversación en el césped instantes antes de que el partido se parara por orden del colegiado, Mateo Busquets Ferrer. El encuentro estuvo más de cuarto de hora sin poder jugarse y con los equipos en los vestuarios.
¿Sanción?
Sin embargo, lo peor de todo no fue eso sino la posibilidad -deslizada por muchos, hay que decir- de que Courtois terminara sancionado por originar tensiones con los aficionados, algo que nunca observamos cuando se ha tratado de otros futbolistas.
Se llegó a hablar incluso de que el arquero podría ser castigado de cuatro a 12 partidos, una línea que, de manera sibilina, ayudó a alimentar el propio Simeone, pidiendo que se penalizara tanto a profesionales como a seguidores.
Según José Félix Díaz, veterano periodista de ‘Marca’, las sanciones a Courtois son insostenibles, ya que sólo hay que remitirse a la reacción que tiene el propio jugador tras el primer lanzamiento de un mechero: se dirige al colegiado para informarle de lo sucedido y le señala de que así no se puede jugar un partido de fútbol.
El Atlético, eso sí, podría alegar ante el Comité de Competición que el caso del portero puede ser objeto de castigo en línea con el artículo 98 del Código Disciplinario de la RFEF. Esta disposición habla de provocaciones al público, que puede terminar en una sanción de entre cuatro y 12 partidos si como consecuencia de esa provocación se producen incidentes graves.