La final de esta edición de la Copa de Europa se recordará por ver cómo el Real Madrid se hacía con la 14. Pero antes del partido hubo acontecimientos que casi derivan en tragedia. Fue lo que ocurrió en uno de los sectores destinados a la afición del Liverpool. Tal y como mostró ayer Marco Benito en el programa El Chiringuito. Niños llorando, gente colapsada, mucha policía desbordada y grupos de delincuentes que boicotearon la final.
Y Paris dentro de dos años será sede olímpica, avisaban en el programa de Pedrerol. La venta de entradas falsas parece que fue la nota con la que empezó el desconcierto, a partir de ahí el enfado de muchos aficionados que habían sido estafados y grupos de delincuentes de barrios aledaños que se desplazaron hasta Saint Denis para probar a ver si podían colarse.
Hubo muchos aficionados y trabajadores de la final que sentían la amenaza de ser robados, por ello la policía no pudo detener sus acciones hasta bien acabado el partido. Una imagen que tiene que ver poco con una ciudad como Paris, al menos, eso se presupone. Ahora la Uefa pedirá explicaciones, aunque los equipos del Liverpool y el Real Madrid también las merecen pues muchos aficionados sufrieron el atraso y muchos ni siquiera pudieron entrar al estadio.
La actuación de la policía también fue muy criticada y es que descargaron gas pimienta contra miles de aficionados entre los que había delincuentes, pero también muchos niños. Es difícil de creer que en una final de la Copa de Europa ocurran este tipo de acciones en las que la organización fracasó desde fuera a dentro del estadio.
No tiene precedentes en este siglo, el partido se retrasó 36 minutos y los incidentes causaron decenas de heridos. Habrá que esperar que tipo de sanciones se imponen por actuaciones tan lamentables como las que sufrieron miles de aficionados que solo querían disfrutar de un gran evento deportivo como es una final de la Champions League.