Cristóbal Soria atraviesa uno de sus momentos más delicados en El Chiringuito, con su posible adiós al programa tras fichar por un reality de la competencia, Mediaset. Sin embargo, si finalmente se confirma su adiós al programa de Josep Pedrerol, este será después de habernos dejado una serie de momentos únicos e inolvidables a lo largo de los últimos años.
Uno de ellos, y posiblemente el más divertido, tuvo lugar después de que el Athletic Club de Bilbao eliminara al Real Madrid en la Copa del Rey de la pasada temporada, una eliminación que a la postre privó al club blanco de conseguir el triplete. Soria quiso celebrarlo sacando a pasear la famosa trompeta de Villalibre, un gag que no pudo completar porque fue incapaz de hacer sonar el instrumento.
Como puedes ver a continuación, el sevillano lo intentó de todas las formas posibles pero no consiguió hacer que de la trompeta saliera ni una sola nota. Un ridículo bochornoso que hizo que hasta Jota Jordi se mofara de él.
Soria pretendía darle un susto a Tomás Roncero, pero no pudo. Tanto es así, que el periodista le ignoró y siguió hablando como si nada, haciendo como que no estaba pasando nada mientras Cristóbal se dejaba los pulmones y todo el plató se reía del que fuera delegado del Sevilla. Cristóbal Soria se quedaba sin respiración y no lograba su objetivo.
"Casi se me sale un huevillo"
"Lo siento pero... Escúchame, mira cómo estoy. No he tocado una trompeta en mi vida, la madre que parió a la trompeta. Por poco se me sale un huevillo y todo", bromeó el colaborador de El Chiringuito después de consumar un ridículo que hizo que todos los presentes en el plató se rieran de él y calificaran el momento como su mayor "ridículo".
"Esto no hay quien lo toque", decía antes de intentarlo por una vez más. "Es de las peores sorpresas que hemos tenido en el programa", afirmó Josep Pedrerol.
Jota Jordi, mientras tanto, era uno de los colaboradores que más gracia le hizo lo que había pasado, y no podía parar de reírse mientras veía la repetición de la jugada. Sin duda, está en el top ten de los mejores momentos de Cristóbal Soria en El Chiringuito. Si finalmente acaba abandonando el barco, este es uno de los recuerdos más graciosos que dejará, incluso para los propios aficionados del Real Madrid.