“Tranquilo, tranquilo”. Así sentenciaba Florentino Pérez cuando era preguntado por el fichaje de Mbappé, tan solo unos meses atrás. Desde entonces han sucedido muchas cosas. Entre ellas, que el francés renovó por el PSG, y la posibilidad de llegar al Bernabéu, se esfumó, prácticamente para siempre.
El comportamiento impropio del deportista, puso de mal humor y contra las cuerdas al madridismo y ya le consideran el enemigo número uno. Al término de la entrevista que tuvo con Pedrerol, el presentador quiso rememorar ese incómodo momento.
Trató de forzar la cuerda y probar los ánimos de Florentino, aunque este seguía con la premisa de suavizar a las masas. El “tranquilo” fue uno de los momentos más icónicos de los últimos tiempos en el programa.
Cierto es que la potestad de traer o no a un fichaje, pasa por la responsabilidad del presidente, así que es él quién decide y traslada todas las operaciones a futuros contratos.
Mbappé no ha querido venir, y en los últimos quince días antes de anunciar la decisión final, la operación se torció. La actitud del jugador fue arrogante y complicada, algo que dio a entender que su sueño se había torcido.
Numerosa expectación por su fichaje
De “tranquilo” no había nadie. Aficionados, jugadores y la cúpula del presidente quería al delantero galo vestido de blanco. Tanto misterio, inseguridad e imprecisión con su llegada, volcó la situación a un escenario de nervios y desesperación por su llegada.
Las presiones que recibió el joven desde su país, fueron excesivas. Desde el presidente de la República, el jeque de Qatar o el contrato millonario al que estuvo expuesto, fueron lo que decantó la balanza. El futbolista escogió el dinero antes que el proyecto deportivo que le prometía el Real Madrid.
Como ya avisó el presidente, el jugador cambio su sueño. Este Mbappé no era el que quería el club. Aunque el máximo mandatario, siempre prudente ante cualquier ocasión, advirtió que el tiempo podía cambiar mucho.
Por ahora el atacante francés vivirá en su jaula de oro, y el equipo de Chamartín siga conquistando títulos temporada tras temporada. La historia se repite. El madridista está verdaderamente “tranquilo” cuando su equipo gana títulos. No necesita más, ni a Mbappé tampoco. Florentino tampoco tiene prisa por traerlo, porque está tranquilo. Hay vida más allá del galo.