La salida inesperada de Gerard Piqué causó muchos estragos a los barcelonistas. Sin duda alguna fue el tema del día en la parcela futbolística y el debate principal en el programa de “El Chiringuito”. Muchos fueron los que querían opinar a toda costa, aunque había dos versiones claras: el que pensaba que lo había hecho bien y el que no. No había más.
Todavía no se conocen en detalle los motivos exactos por los que ha decidido abandonar a sus 35 años, pero todo apunta que podría ser debido a una posible candidatura como presidente dentro de dos años, el mínimo de tiempo que se necesita para presentarse a las elecciones del club culé.
El brutal enfrentamiento entre Paco García Caridad y Jota Jordi
En ese sentido, Paco García Caridad y Jota Jordi, la cara y la cruz del programa, se batieron en un debate dialéctico por la actitud y consecuencias del futbolista. El de la bancada madridista aseguraba que la lectura clara es que el jugador había dejado tirado a su equipo y el otro, lo consideraba como un paso al lado: una decisión madura y meditada por su parte.
Aunque aquello no iba a quedar en un diálogo pausado. Estos se enzarzarían a gritos y mientras uno defendía que el central cuando se despida mañana no habrá pitos, el otro decía que es una postura pueril. Eliminado su equipo de la Champions, alicaídos en Liga, era el peor momento para marcharse según el periodista.
Un capitán es incapaz de hacer este tipo de cosas, aunque no juegue. Para García Caridad, no le está haciendo ningún bien al grupo de compañeros. Enfadado seguía atizando al culé, asegurando que así no estaba dando ningún ejemplo de nada ni tampoco ejerciendo su profesionalidad que le pertocaba. “¿Para quién es un ejemplo ahora Piqué?”, se preguntaba al aire el madridista.
A Jota Jordi no le quedaban argumentos
Algo que le intentó replicar sin éxito Jota Jordi. Este le agradeció continuamente al futbolista sus servicios prestados. Para Jota, ha hecho lo correcto y lo considera hasta como un favor.
La situación había sido un poco insostenible y parece que le han hecho la cama sin miramientos. Primero fue la directiva y después su propio entrenador. Es algo inusual ver como jugadores de primer nivel abandonan la disciplina a mitad de temporada sin motivo aparente.
Ni con un mercado de por medio. El debate está servido y mientras algunos le verán como un héroe, otros también piensan que su carrera estaba acabada: apenas jugaba y eso ya no era ni noticia. Hasta en las ruedas de prensa o zona mixta ya ni se le esperaba, simplemente se escondía. Un auténtico fantasma.