En el programa de “El Chiringuito” de anoche, pasaron muchas cosas. No podía ser menos tras la eliminación de España de este Mundial. Las críticas al juego de la selección, el carácter o el planteamiento de los partidos, era la medicina que utilizaron una y otra vez todos los que reaccionaban al estrepitoso fracaso.
No andaban tan mal encaminados. El partido frente a Marruecos jamás debería haber acabado en aquellos fatídicos penaltis. Así también lo veía Edu Aguirre quién acusó en exceso la falta de carácter.
Para el pupilo de Pedrerol, aquel grupo estaba huérfano de un líder, gente algo más experimentada. Luis Enrique no supo encontrar el equilibrio más adecuado y se acabó pecando de auténtico despropósito. Al periodista le faltó música, sangre y algo de picardía.
Edu Aguirre le lanza un recado a Lobo Carrasco
“Un gol de puntera”, expresión que uno de sus compañeros presente ayer en plató, Lobo Carrasco, siempre había maldecido: ¿Fue intencionado? El que había sido delantero, siempre ha dicho muchas veces que prefiere perder a ganar con un gol de puntera.
Aunque le daba lo mismo al madridista mientras el balón acabara en el fondo de las mallas. No le faltaba razón al comunicador, mientras todos le miraban atentamente.
Aquel momento fue uno de los más comentados de la noche y es que al ex jugador azulgrana, posiblemente no casaba con él, pero se mantuvo en el silencio más absoluto.
Los palmeros ya no tenían cabida en este espacio. Luis Enrique les había decepcionado y ya no sabían dónde esconderse. Ayer no era momento para hablar de clubes, de individualidades: era el cómputo general de todo lo ocurrido.
Luis Enrique, el principal señalado
De ahí a que el principal señalado no fuera otro que Luis Enrique Martínez. Faltó gol, (a excepción del duelo ante Costa Rica), una referencia en ataque, altura, garra, o fuerza.
Valía cualquier adjetivo para poner tierra de por medio en el marcador. Aunque este grupo no le hicieron jugar a nada. Partidos toscos, aburridos y simplones, condenados por un entrenador que prefería morir ahogado con sus ideas a ganar de cualquier forma.
¿Es que nadie le ha explicado al seleccionador que se puede jugar de muchas formas? Ir de moderno le ha salido caro a este entrenador, pero quién fuego juega, se puede llegar a quemar.