El Real Madrid ganó ayer de manera contundente al Celtic (5-1) y aseguró la primera plaza del grupo para los octavos de final de la Liga de Campeones. De este modo, los blancos evitarán a varios ‘cocos’ como el Manchester City, el Bayern de Munich, el Chelsea e incluso el Napoli, que está completando una temporada increíble. No obstante, también se podría ver las caras ante PSG y Liverpool, que quedaron segundos y serán los dos grandes rivales a batir en el sorteo, que se celebrará el próximo lunes 7 de noviembre.
Tras la importante victoria ante los escoceses, los futbolistas del Real Madrid se fueron de cena en modo de conjura. Solo quedan dos partidos de Liga antes de que se pare la competición de clubes por el Mundial de Qatar. El próximo lunes, los blancos visitarán el estadio de Vallecas, y el jueves recibirán al Cádiz. Dos partidos que saben que tienen que ganar para irse al Mundial como líderes de Primera División, ya que el Barça está a un solo punto.
Lo mismo hizo el Fútbol Club Barcelona anoche después de que el día anterior se despidiesen de la Champions ganando al Viktoria Pitzlen a domiclio (2-4). Los jugadores del Barça también se fueron de cena para afrontar lo que queda y siendo conscientes de que su gran objetivo europeo este año, como lo fue el anterior, será ganar la Europa League.
Cristóbal Soria defiende este tipo de cenas ante el escepticismo de Lobo Carrasco
Lobo Carrasco aseguró anoche en El Chiringuito que no cree en este tipo de cenas, que habría que hacer otro tipo de cosas para que el vestuario esté unido y se conjure de otra manera. “No creo en estas cenas y estas historias. Hay jugadores que no pueden ver a otros, que se llevan mal entre ellos. Lo que hay que hacer es ser profesionales, resolver esas diferencias e ir todos a una”, señaló el exjugador del Barça.
Por otro lado, Cristóbal Soria contestó a Lobo Carrasco diciéndole que estas cenas sirven y mucho para para el desarrollo de una temporada. “En este tipo de cenas también se ganan partidos. Son entrenamientos invisibles y son necesarias. La gente no va a hartarse de comer y a tomarse dos copas de vino. Se va a hacer grupo, a hacer piña y a sumar, y eso luego se refleja en el terreno de juego. A mí me gusta llamarles entrenamientos invisibles”, aseguró el exdelegado del Sevilla.