Quién no se consuela es porque no quiere. Esa es la lección que habría aplicado Cristóbal Soria tras la última remontada merengue. El que fuera delegado del Sevilla, ha pasado a ser uno de los grandes expositores del anti madridismo y este lo ejerce en programas como en “El Chiringuito” de Josep Pedrerol.
Si el andaluz no fue capaz ni de empatizar si cabe con Vinicius tras recibir todo tipo de insultos racistas contra su persona, ayer buscaba todo tipo de argumentos y excusas para desestabilizar al club blanco.
Las graves acusaciones de Cristóbal Soria
La única valoración que sacó de ese partido fue que el conjunto dirigido por Carlo Ancelotti, solo es capaz de ganar con ayudas arbitrales, cuándo ayer el árbitro tuvo poco trabajo.
Primero empezando por la auto expulsión de Savic. El montenegrino consiguió esa merecida expulsión él solo. Esa doble amarilla la consiguió en cuestión de segundos y dejando en evidencia numerosas de sus carencias. Superado por jugadores como Mendy, el futbolista no dio más de sí y decidió acabar el partido por su cuenta.
Por su culpa y bajo responsabilidad dejó a su equipo vendido y achicando aguas, hasta que se ahogaron en su penuria. El segundo gol llegó pocos instantes después tras jugar con uno menos y no ofrecer respuesta ninguna. Allí no podía intervenir un árbitro que actuó según lo que vio. Dichas sanciones no podían ser más claras.
El papel del árbitro en el duelo del derbi
En el caso del resto de actuaciones, el colegiado estuvo bastante acertado y permitió un juego competitivo durante casi los 120 minutos de partido. Soría podrá decir lo que quiera y ahora todavía más una vez su equipo fue también eliminado de la Copa tras caer derrotado ante Osasuna.
El conjunto andaluz, ha caído de forma desproporcionada y a Soria ya no le quedan comodines en su baraja para evitar hacer el ridículo. No hay quién lo entienda, aunque la situación se repita una y otra vez cada fin de semana.