Con perspectiva las cosas suelen sacarse mejor. Todo hace pensar que el partido que se disputó el domingo en el Metropolitano tuvo muchas lecturas diferentes. Alfredo Duro, un conocido tertuliano de “El Chiringuito”, supo dar en el clavo y desnudar perfectamente a un Atlético que no tuvo oportunidad alguna.
El analista concluyó que el equipo con el que se había enfrentado el Real Madrid era un equipo menor, algo mediocre y soñador que no había sido capaz de inquietar en ningún momento la meta rival.
Los pocos recursos de Simeone para intimidar al rival
Su gol llegó en las acaballas del encuentro y apenas supuso influencia en el juego, de modo que el resultado no demostraba lo que ocurría sobre el verde. En éste, pasaron muchas cosas. Podríamos empezar con que aquel encuentro, debido a los cánticos deleznables que se le vertieron a Vinicius, el partido debería haberse suspendido.
En cuanto al juego, los de Ancelotti les hicieron mucho daño y las incursiones de Rodrygo y Vinicius, provocaron demasiados problemas a la zaga rival.
Todos estaban inquietos y no sabían cómo afrontar el choque ante la marea blanca. El Atleti parecía un flan. Se desmoronaba por momentos y no sabía cómo hacerle daño a todo un equipo madridista.
No enseñaron ni los dientes, tal y como aseguró Duro. En un partido de estas características y con esta trascendencia, te lo juegas todo a una cara. No hay posibilidad para las suposiciones. Son duelos directos y rendirse, y agachar los brazos no es la solución.
Mentalidad de equipo pequeño, sin recursos ni soluciones para afrontar un partido grande. Los colchoneros ya no son aquel equipo temido. Ahora naufragan una y otra vez. Sin identidad, ni estilo propio tratan de sobrevivir agarrándose a cualquier posibilidad eficaz.
La situación del Atlético en apuros
Ni el balón parado, de lo poco bueno que guardan, lo supieron utilizar. La presión ha podido con ellos y se han visto sumergidos en una mediocridad pasmosa. A Alfredo Duro no le falta razón y esa inyección del colaborador de “El Chiringuito” solo hace que agravar más todavía las auténticas flaquezas que respiran. Es un equipo sin vida: ni están ni se les espera.
El otro día ya hicieron el ridículo en Champions ante el Bayer Leverkusen, un conjunto que anda penúltimo en la Bundesliga. En la competición doméstica, están viviendo uno de los peores arranques posibles.
Andan séptimos en la clasificación y no han pisado ni los puestos europeos. Solo han podido cosechar tres victorias, por dos derrotas y un empate.
El siguiente choque liguero, lo disputarán frente al Sevilla. Veremos qué ritmo llevan entonces allí. Parece que la efectividad del Cholo ya no convence. Los fichajes tampoco mejoran lo que hay y los que ya estaban no parecen dar el nivel que merecen. Es un auténtico espectáculo de infortunios.
Han perdido la condición de ser un equipo grande que asustaba a los rivales. Ahora el derbi madrileño ha pasado a ser un partido más. Han perdido todo su atractivo y el Real Madrid muerde fácil. Una crónica de una muerte anunciada. Veremos el desenlace al final de temporada, pero Alfredo Duro ya lo advirtió.