Cuando Orsato pitó el final, el Bernabéu se vino abajo. Culminados los 130 minutos de juego, la euforia se desató en las gradas, en Cibeles y en todas las partes del mundo. Las cámaras empezaron a captar todo lo que ocurría sobre el verde. Lo magnífico de todo esto es que había más de un foco dónde mirar. Los 22 protagonistas no sabían como gestionar o encajar lo ocurrido.
Uno de ellos, Rodrygo, cayó derrumbado al suelo. Es curioso que el jugador estrella de la noche, tuviera ese momento en solitario para él mismo y sus pensamientos. Desolado las fuerzas le flaquearon y cayó emocionado al suelo.
De rodillas, alzó los brazos al cielo y los empezó a agitar arriba y abajo. Lo del jugador brasileño, fue estratosférico. Nunca un revulsivo había saltado al césped con tanta determinación.
Unión en el vestuario
Sus compañeros le arropan como el que más y uno que le guarda un cariño especial es su compatriota Vinicius. El abanderado del equipo, le dedicó una instantánea por redes. Un vídeo en el que se ve al carioca derrumbado. La descripción antes mencionada capturada con imágenes. Los mejores momentos post partido.
Vemos al “21” derrumbado y el primero que se le acercó a tenderle la mano fue su amigo inseparable, el bueno de Vini. Ambos se acabaron fundiendo en un sincero abrazo con una felicidad eterna. Una imagen para la historia. Gran detalle el del extremo izquierdo que siempre le ha ofrecido su ayuda.
El madridista le escribió un mensaje cariñoso en redes. Una palabra. “Gratitud” titulaba la foto, acompañado de un corazón blanco. El protagonista, emocionado también, le llegó a contestar con otro guiño: “¡Es increíble hermano!¡Estamos escribiendo nuestra historia en el equipo más grande del mundo!¡Siempre cuenta conmigo!”.
Otro brasileño, en este caso Marcelo, también se animó a contestar la publicación con dos caritas de enamorado. El capitán madridista está en todo y el clan brasileño, quedó más fortalecido que nunca.
Rodrygo se lo gana a pulso: más minutos y galones en el equipo
Su golpe de efecto fue vital, para que el Real Madrid siguiera soñando en su competición fetiche. Ahora el 28 de mayo ya le espera el Liverpool en Saint Denis. La reedición de la final de 2018 en Kiev. ¿Traerá el mismo morbo?
Lo que todo el mundo debería preguntarse es si el artífice de la semifinal, estará en el once de camino a la catorceava. Por méritos es el justo vencedor. Su estelar estado de forma le abalan para seguir disfrutando de minutos. A un jugador de sus características, no pueden prestarle únicamente 53 minutos en un partido trascendental.
Por razones como estas, no fue nombrado el jugador del partido, pero su emoción continuaba intacta. Al final del partido no dejó de sonreír, de emocionarse. El jugador logró reivindicarse en una noche más. Tras lo ocurrido en la vuelta del Chelsea, conectando esa volea de escándalo a pase magistral de Modric con el exterior, su repertorio goleador seguía demostrando su calidad.
Pero este éxito no es casual o flor de un día. El futbolista que trabaja en silencio, que no se queja, ni pone malas caras ante las decisiones de su técnico. Rodrygo tiene muy claro que quiere triunfar en el Real Madrid y sabe que su momento está de camino.
Su padre también le apoyó vía redes
Ancelotti reaccionó a tiempo y fue el primer cambió que realizo. La familia Goes estaba igual de eufórica y su padre también le dedicó unas bonitas palabras vía redes sociales: “Cualquiera que lo haya conocido desde que era pequeño sabe cuánto soñaba con vivir este momento”.
Su padre sabe de la dificultad de llegar a un equipo como la entidad blanca y también añadió: “Con esta camiseta, estoy en shock todavía en una noche espectacular.” Agradecía a Dios el guiño que le había ofrecido: “El regalo de Dios realmente para nuestras vidas, hijo mío eres bendecido, eres elegido. Sigue con esta humildad que grandes cosas están por venir”.
Terminaba su discurso pronosticando la conquista de la Champions: “El sueño está muy cerca de hacerse realidad”.