El equipo blaugrana se acabó llevando la victoria en la tanda de penaltis después de haber empatado 2-2. Sin embargo, antes de que se produjesen los goles, hubo una acción en la que los jugadores del Manchester City pidieron gol, al igual que miles de madridistas. Fue una jugada muy parecida a la del Clásico de Liga en el gol fantasma de Lamine Yamal.
Ese día, Lobo Carrasco y todos los culés afirmaban sin pruebas que el balón había entrado, pero ayer decidió profesar exactamente lo contrario. "El balón no ha entrado, pero lo parece", afirmó el exjugador del Barcelona. En cambio, Carme Barceló defendió todo lo contrario, reconociendo que fue gol legal de Erling Haaland.
Esta jugada polémica ha provocado la indignación del madridismo en las redes sociales. Algunos aseguran que ahora el Barcelona es favorecido hasta en los partidos amistosos en los que no hay nada en juego.
La realidad es que, independientemente de que haya entrado o no el esférico, la reacción de Lobo Carrasco, defendiendo al Barcelona a capa y espada cuando no se puede asegurar que el balón haya entrado o no, demuestra su hipocresía.
Si su postura hubiese sido la misma en el Clásico de Liga, las cosas serían completamente diferentes. Pero él cambia dependiendo de qué camiseta lleve el equipo, a pesar de que siempre haya dicho ser un analista totalmente imparcial.