Hace tiempo que el Barcelona no es un club grande. Es cierto que por nombre sí que estaría en ese escalafón, pero por resultados deportivos y por lo que ocurre en los despachos, están muy alejados de ese reconocimiento. En los últimos años han protagonizado fracasos en Champions sin pasar de la fase de grupos, y la última temporada acabaron en blanco.
Pero en el mercado han estado fuera de todas las operaciones importantes. No tuvieron opciones con grandes estrellas como Haaland, Mbappé o Bellingham, ni de jóvenes promesas como Endrick o Arda Güler. Su capacidad económica les lleva a optar a otros jugadores en el mercado, y la realidad es que Laporta va de fracaso en fracaso.
Durante muchas semanas se empeñaron en asegurar que tenían el fichaje de Nico Williams cerrado, el acuerdo era total, pero el internacional español sigue en el Athletic, y no parece que se vaya a marchar. Eso provocó que empezaran a buscar alternativas, pero lo único que han logrado es una serie de nombres que les han dejado retratados.
Tomás Roncero retrata a los culés
Después de Nico han empezado a sonar alternativas, como Luis Díaz, Rafael Leao… lo que ha llevado a Tomás Roncero a definir a la directiva culé con tan solo un mensaje, después de conocer su último deseo en el mercado: “Plan A: Nico Williams (agua); Plan B: Luis Díaz (agua); Plan C: Rafael Leao (frío, frío); Plan D: Chiesa (consí, consá). Tengo enorme curiosidad por ver quién es el elegido cuando toque el Plan Z...”.
La realidad es que la planificación del Barça es nula y van dando palos de ciego tanteando jugadores, con los que realmente no tienen opciones de fichar. La única estrategia que tienen es la de vender humo, para que los seguidores sigan comprando lo que les dicen, a pesar de que la realidad es muy diferente.