Vinicius Junior está en un momento de dulce tras el choque ante el Barcelona. Los de Xavi Hernández decidieron jugar frente al Real Madrid con su característico juego de toma y calla. Sistema que se resume en poner buena cara ante los medios y sacar el cuchillo ante tus rivales. Entre los enemigos en Las Vegas estaba Vini que fue sometido a un recital de patadas, unas acciones que no suelen darse en partidos amistosos pero que fueron e eje estratégico de los culés.
Tal fue el nivel lamentable de estas entradas que el Real Madrid ha querido denunciar estas agresiones con un video en redes sociales donde se ve a la perfección el juego de toque por el que apuesta Xavi, valga la ironía. Tres entradas en la misma jugada que bien podrían haber sido tres trajetas rojas y eso que era un amistoso. El Barça salió para vengar los títulos conseguidos por el Real Madrid en la temporada pasada, pero no con fútbol sino con patadas.
Y es que Vini sufre el síndrome del apaleado, cada vez que cogía la pelota le entraban al tobillo para hacerle daño y lesionarle. Pero ni así pudieron conseguir el objetivo. El propio Vini también compartió esta publicación en sus redes sociales. Primero Gaby, luego Busquets y por último Jordi Alba, que lo cazó de tal manera que podría haber dejado a Vini con secuelas importantes.
Fue esa acción la que provocó la tangana en la primera parte y que puede ser la antesala de unos clásicos que esta temporada vendrán cargados de acciones de este tipo ya que el Barça no tiene buen perder, tal y como ha mostrado a lo largo de su historia.
Cosa parecida ocurrió allá por 2010 cuando Pep Guardiola asumió el cargo de entrenador. En aquella temporada tanto el Real Madrid como e Barcelona se vieron las caras en repetidas ocasiones. El madridismo no podrá olvidar aquella eliminatoria de Champions en la que el club blanco cayó eliminado tras una eliminatoria cargada de polémica y en la que los culés no paraban de hacer teatro. Valga recordar la expulsión a Pepe tras una entrada a Dani Alves o cómo finjía Sergio Busquets cuando se le acercaba algún jugador del Real Madrid.
Desde entonces los clásicos se llenaron de respeto y estas acciones quedaron olvidadas. Pero con Xavi en el banquillo parece que la premisa en partidos frente al Madrid es clara, salir a destrozar al rival con acciones que rozan el límite de la deportividad. En Las Vegas se dio el primer capítulo de lo que puede ser un clásico que recuerda al pasado.
Habrá que esperar cómo evolucionan ambas plantillas que se verán las caras en el campeonato liguero el 16 de octubre en el Santiago Bernabéu. Será el momento de sacarse la espina del cero a cuatro de la pasada campaña y que sirvió como punto de inflexión para que los de Ancelotti se dieran cuenta de que no podían desinflarse en el sprint final de la temporada. La resolución del curso ya es más que conocida por todos.