Parece que Madlini la ha vuelto a liar y de qué manera. El experimentado analista, sacaba a relucir su ya acostumbrado barcelonismo por bandera y poco parece importarle que la gente hasta lo sepa.
Su última bravuconada viene a raíz de escoger su hipotético once de este Mundial. En Qatar hemos sido testigos de grandes jugadores: futbolistas con ADN madridista, tanto como si ya lo tenían como si lo estaban descubriendo.
Luka Modric, encargado de tapar bocas
Aunque si hay alguno que nunca cambia es el instinto de Luka Modric. El jugador croata, sacaba a relucir de nuevo su repertorio y demostraba una vez más que está para jugar y lo que haga falta.
Para el mediocentro balcánico de 37 años, no pasan los años. El jefe de la medular blanca ha conseguido conservar un ecosistema perfecto para alargar su vida futbolística hasta que el cuerpo le diga basta. El Balón de Oro de 2018 sigue luciendo al más alto nivel y eso lo sabemos todos, incluso Maldini.
Este se hacía una vez más el loco y decidía no incluirlo ni en el once de gala de la Copa del Mundo. Ni rastro de su figura a todo un ganador de la medalla de bronce de la competición.
Croacia en boca de todos
El pequeño país volvía a demostrarle al mundo que es un firme candidato a hacerle frente a quién sea. Con sus recursos derrotaron a Japón en octavos y a Brasil en cuartos, aunque frente a Argentina, el campeón, ya nada pudieron hacer.
De hacer esto posible es gracias a jugadores con el carisma de Modric. Su fútbol, sumado a su pausa, visión de juego y calidad han hecho historia en el Real Madrid y a cualquier testigo que le guste el fútbol. Que Maldini no lo haya incluido es prácticamente una aberración.