Real Madrid y Barça llegan al Clásico de este domingo en situaciones diametralmente opuestas. Los azulgranas vieron como el PSG les remontaban, y eso que después de ganar en París estaban eufóricos viéndose ya en semifinales. Y se la juegan ante el eterno rival.
Por su parte, los merengues callaron muchas bocas después de ganar en el Etihad, en la tanda de penaltis al Manchester City. El actual campeón, que según muchos les iba a arrasar, y que llevaba meses sin perder en Champions en su estadio, se vieron superados por los de Ancelotti.
Mientras los culés fracasaron una vez más en Europa, los madridistas regresan, otra vez más, a las semifinales. La moral de ambos conjuntos es muy diferente y además, el Clásico puede sentenciar la Liga si no acaba con victoria para los de Xavi, que verían la distancia prácticamente insalvable.
Quizás por eso, y teniendo en mente lo que ocurrió en el último duelo entre ambos equipos en la final de la Supercopa en Arabia, desde la Ciudad Condal están intentado meter más tensión al partido, buscando algo diferente para intentar triunfar de la forma que sea.
Lewandowski empieza su Clásico particular
Uno de los grandes protagonistas de los últimos Clásicos ha sido Lewandowski. No ha tenido grandes actuaciones, pero sí que se ha caracterizado por sus continuas protestas al árbitro, y por intentar meter más tensión a los merengues, algo que ha vuelto a hacer.
Le han preguntado por la estrategia, y Robert ha asegurado que "sabemos cómo ganar al Real Madrid. Les conocemos y hemos analizado los errores que cometimos la última vez que nos enfrentamos. Sabemos que si minimizamos sus virtudes podemos ganarles en el Santiago Bernabéu".
Pero no sólo eso, sino que también ha añadido que "la euforia por la clasificación ante el Manchester City puede hacer que el Real Madrid llegue fuera de tono, mentalmente, al Clásico". Se agarra a cualquier cosa para intentar incendiar un partido donde sabe que se lo juegan todo.