Si hay que seleccionar a alguien como jugador determinante en la noche de ayer, ese es Lautaro Martínez. El delantero argentino del Inter de Milán, fue uno de los que capitaneó la remontada ayer en el Camp Nou.
Su equipo no ganó, sacó un empate muy valioso para sus intereses de clasificarse para la siguiente fase y eso complicaba directamente el camino azulgrana. Lautaro fue uno de los mejores del partido.
Lautaro provoca un terremoto en Can Barça
A pesar de que la UEFA seleccionó a su compañero Barella, no se podía escoger a más de uno, el delantero mantuvo vivas las esperanzas de su equipo todo el encuentro. Se desfondó como nunca, peleó cada balón y cabalgó la banda en numerosas ocasiones.
Un jugador desequilibrante que se convirtió en una auténtica pesadilla para la zaga barcelonista. Suyo fue el segundo tanto y el desmarque del tercer gol que Onana vio desde su propia portería. Piqué quedó vendido habilitando el fuera de juego y el argentino dictó sentencia. Él solito se libró de su marca y puso el balón perfecto para su compañero.
Lo vimos todo claro. Fue uno de los partidos más seguidos por los espectadores. El Real Madrid había jugado el martes, y ayer era turno de los culés. Estos se jugaban su clasificación en un partido que se había convertido en una auténtica final. Como casi cada año desde hacía unos cuantos, el FC. Barcelona tenía el corazón en un puño y vivía estos partidos de Champions como un microinfarto. Antes se acogían a Messi, pero aun así perdían.
El gesto que incendia al barcelonismo
Ayer el argentino no estaba, pero este no se quiso olvidar de su ex equipo. Aunque las redes le dejaron en evidencia con un gesto que pocos aficionados culés entenderán. Al acabar el partido, el mismo delantero nerazzurro, Lautaro Martínez, publicó un mensaje con una fotografía.
Tres palabras claves para entender el triunfo interista: “Corazón, personalidad y humildad”. Las herramientas perfectas para vencer al Barça de Xavi Hernández. En la imagen que lo acompañaba se veía a un grupo unido, fuerte y hermanado. Todo lo contrario que los azulgranas.
Esa publicación llegó a los oídos de Messi, quién no dudó en darle un like y estampar ahí su señal de gratitud por su compatriota. A Leo parece habérsele olvidado el sentimiento culé y tras dos años fuera, ya no mira a Barcelona. Seguramente no gustó mucho ese feo gesto, pero el fútbol debe evolucionar y en el Camp Nou llevan encadenados severos años sin triunfar en Europa. Pasean a un equipo de cadáveres.
El argentino ya tiene su clasificación con su equipo medio encarrilada. A pesar del empate del martes ante el Benfica, dónde le dieron descanso, su lugar también son los octavos de final. Veremos si se cruza con el Real Madrid de nuevo.