A día 3 de agosto y a poco más de tres semanas de que finalice el mercado de fichajes, Isco Alarcón sigue sin encontrar un nuevo destino en su carrera. El futbolista malagueño se despidió del Real Madrid tras haber finalizado su contrato el pasado 30 de junio y después de nueve temporadas en Chamartín, en las que jugó 353 partidos y ganó 19 títulos: 3 Ligas, 1 Copa del Rey, 3 Supercopas de España, 5 Ligas de Campeones, 3 Supercopas de Europa y 4 Mundiales de Clubes.
Isco llegó a ser un jugador muy importante para la plantilla, pues fue titular en las finales de la Champions de 2017 y 2018 (contra la Juventus y Liverpool respectivamente). Alcanzó su máximo pico en el equipo en la temporada 2016-2017, en la que fue un elemento vital para conquistar el doblete Liga-Champions. No obstante, el de Arroyo de la Miel lleva dos años en los que apenas ha contado para el equipo y le ha hecho perder muchísimo cartel a nivel internacional.
Solo quedan 28 días para que acabe el mercado de verano y todavía está sin equipo. Se ha hablado mucho últimamente de que podría seguir en la Liga española para jugar en el Sevilla, aunque tendría que bajarse el elevado salario que cobraba en el club blanco para que los hispalenses decidieran hacerse con sus servicios.
Mientras tanto, se pone a tono con este entrenador personal
Mientras sigue a la espera de que algún club decida contratarlo, Isco se machaca en su casa con un nuevo entrenador personal. Su nombre es Dani Jiménez, y es la persona que está ayudando al exjugador blanco para ponerse en plena forma física antes de que empiece la temporada, con la esperanza de que algún equipo se ponga en contacto con él para incorporarlo a su plantilla.
El propio Isco ha subido, recientemente, un vídeo a su cuenta oficial de Instagram ejercitándose en el jardín de su casa y dando las gracias a este entrenador personal (que cuenta con más de 21.000 seguidores en esta red social) por todo el trabajo que está realizando con él. Veremos si de aquí a que acabe el mercado Isco logra encontrar un nuevo equipo en el que vuelva a sentirse futbolista.