Andriy Lunin emergió como la figura destacada en el crucial enfrentamiento en Mánchester, donde su actuación sobresaliente fue fundamental para el éxito del Real Madrid en la tanda de penaltis.
El guardameta ucraniano no solo demostró su seguridad y determinación bajo los tres palos durante los 120 minutos de juego, sino que también se erigió como el héroe indiscutible al detener dos lanzamientos desde los once metros en el momento más crítico del partido.
El '13' se erigió como una muralla impenetrable, desafiando los intentos del Manchester City de encontrar el fondo de la red en una noche donde la precisión y la concentración resultaron vitales. Su actuación serena y firme transmitió confianza a sus compañeros y frustró los intentos de los rivales de encontrar la portería.
El momento cumbre llegó en la tanda de penaltis, donde Lunin se convirtió en el protagonista al detener dos disparos cruciales. Primero, quedándose en el medio, adivinó las intenciones de Bernardo Silva, y luego, con una intervención magistral, negó el lanzamiento de Mateo Kovacic.
Lunin se separó del grupo antes de la tanda de penaltis
Antes de la tanda de penaltis, Lunin no se fue a hacer piña con el resto de sus compañeros. Se fue a hablar con Kepa y con Luis Llopis, el entrenador de porteros del Real Madrid, para hablar de los lanzadores del City.
Tanto Kepa como Llopis le advirtieron que Bernardo Silva solía lanzar por el medio en las tandas de penaltis. De hecho, en una final de la Copa de la Liga de Inglaterra entre el Chelsea y el City, el guardameta vasco recibió un gol del portugués por el medio de la portería.
La advertencia de su compañero y su preparador sobre la tendencia de Bernardo Silva a lanzar por el centro en las tandas de penaltis fue crucial para la decisión de Lunin en ese momento crucial del partido.
Su capacidad para absorber y aplicar esta información demuestra su inteligencia táctica y su capacidad para tomar decisiones rápidas bajo presión. Y es que es muy difícil ver a un portero quedándose quieto en el medio en un lanzamiento de penalti. Pero Lunin lo supo adivinar y consiguió devolver la igualada al marcador tras el fallo de Luka Modric.