Frederic Hermel no se andaba con chiquitas. Pese a la expectante noche que se divisaba en el a Bernabéu, el francés divisaba un anochecer complicado con un Liverpool que apretara.
Las típicas noches de Champions que nos tenía acostumbrados el equipo desde la temporada pasada, aunque por ahora jornada tranquila. Discreto partido que pasa desapercibido en unos octavos de final de la máxima competición europea.
La gran reflexión de Hermel
Este estaba abonado a esas remontadas de época dónde el equipo conseguía sacar esfuerzos de dónde no los había. El equipo ha vivido abonado en un sueño permanente desde entonces y ha seguido escribiendo esa página dorada del club hasta el día de hoy.