Tchouameni viene pidiendo paso. Su fútbol ha maravillado a muchos y parece ser que la salida de Casemiro le ha brindado la oportunidad perfecta para amoldarse al once titular.
Ya lo comentaba el otro día Carlo Ancelotti en rueda de prensa, cuando apeló aquellas palabras del ex seleccionador, Vicente del Bosque. La “transición dulce” parece haber llegado a Chamartín y al pivote francés le ha caído del cielo nada más empezar.
Por ahora, ha sido uno de los jugadores más utilizados por el técnico. Quizá también se haya convertido en uno de los pupilos que más en forma esté. Si sus ganas locas por firmar por el club, las llevaba incorporadas desde la primera vez que levantó el teléfono, no es de extrañar que ahora quiera sacar pecho de ello.
Tchouameni empieza a recoger sus frutos
Ser titular a los 22 años en el Real Madrid no es algo sencillo. Esto necesita de tiempo y es el propio entrenador quién tiene que meditarlo. Aunque al italiano parece que no le tiemble el pulso.
Confía plenamente en Aurelien y no se arruga cuándo le otorga de galones para ser la llave del medio campo. Por ahora le han premiado con dos titularidades en los primeros partidos de Liga ante Almería y Celta.
En el de Supercopa fue Casemiro el escogido, aunque también tuvo minutos. Lo mismo con la gira de pretemporada, cuando fue uno de los más utilizados solo por detrás de Vinicius y Lucas Vázquez.
Así las cosas, acumula 153 minutos en partidos oficiales de los 270 posibles. Contra el Eintracht solo disfrutó de cinco minutos, en Almería llegó a los 60 y en Vigo completó el partido entero.
La amplia goleada de su equipo, explicaba el porque a todo esto. Sin duda ayudó a mantenerle en el once tras el guiño de Ancelotti. Ya ha sido coronado en el once de la semana, con una puntuación de 7.7.
Tchouameni pide paso para consolidarse como blanco
Nada extraño para un jugador de su calidad, pero sorprendente tras disputar solo su tercer partido como madridista. Parece que su adaptación está siendo un éxito, y el margen que le ha dado Casemiro puede ayudarle en su evolución como mediocentro.
La gente puede mirarle a los ojos y saber que con él, el futuro del Real Madrid está a salvo. Si la percepción del club es la de no ir al mercado, será porque el único plan tiene nombre y apellidos y es el del ex jugador del Mónaco.
Se le ve feliz en Madrid y con compañeros de la talla de Luka o Toni, seguirá completando grandes noches. Aunque si con alguien tiene que congeniar, es con Camavinga y Fede Valverde. Los tres aspiran a liderar la medular blanca en los próximos años. Un auténtica barbaridad lo que se le viene al Real Madrid.