En el microclima del Real Madrid no hay mayor prioridad que la de llevarse el título de la Supercopa de Europa este próximo miércoles. Es la única cuenta pendiente que les queda antes de arrancar la temporada el próximo 14 de agosto ante el Almería.
Hasta entonces, no hay nada más allá que sobre salga en la agenda blanca. Pero parece imposible mantener una postura cómoda en esto del fútbol. La magnitud de este club es tan grande que llueven críticas de todas partes.
Los últimos en hacerlo han sido los compañeros argentinos del diario Olé, que menospreciaban la poca previsión de fichajes que han hecho los hombres de Florentino. Les acusan de flojos, sin hambre ni ambición.
De nada les sirve haber conquistado la catorceava o ser campeones de Liga con una diferencia lo suficientemente abultada, como para tener suficiente. La gente siempre quiere más, pero dicen que la avaricia rompe el saco y el Real Madrid es un club que se abastece él solito.
El talento natural del Real Madrid
Su potencial es tal que a nadie se le echa en falta. No son pocos los que han venido: Rüdiger y Tchouameni, mejoran y refuerzan lo que hay. ¿Para qué vas a necesitar otra cosa? ¿Un fichaje mediocre a medio gas y que no acabe de convencer ni para marcar goles? No interesa. Miren el caso Jovic.
A este club le sobra y le basta con la posibilidad de tener una plantilla lo suficientemente corta, exigente y competitiva para alcanzar buenos resultados. Al equipo le va eso de calidad antes que cantidad. El potencial que tiene el conjunto en cada una de sus filas es más que merecido.
La llamada de los merengues es un tren que solo pasa una vez en la vida. No da tiempo para más. En Argentina podrán seguir riendo a carcajadas, si quieren. El madridismo respira tranquilo. Lo importante es ver cómo se acaba, no cómo se empieza.
El ADN de estos jugadores es diferente al resto. Ese gen ganador, actitud, carácter y ambición por conseguir grandes títulos. Su voluntad es clara. Ancelotti está contento con lo que tiene. Las temporadas son largas, pero no hay mejor reto para un entrenador y director deportivo que sepan gestionar a la perfección sus facultades.
No traten de entender al Real Madrid: único en su especie
Para que luego digan que si ciertos equipos van apretados de dinero hasta el cuello. El Ave Fénix es única en su especie. No le falta de nada. La comunión que se vive en el vestuario es total y absoluta. Ni una mala cara, ni síntoma que haga temblar a la convivencia del equipo.
Lo importante es que se hable del Real Madrid, el mejor club del mundo. Un señor en la victoria y en la derrota. Respetuoso con sus rivales, se centran únicamente en lo suyo: son los modales de jugar en un equipo grandes.
No enfaden al madridismo. Ya saben cómo se las gasta este equipo. No traten de entenderlo es un sentimiento: una pasión desenfrenada por ganar a toda costa, sea el rival que sea. No entienden el fútbol de otra forma. Ahora que sigan criticando al catorce veces campeón de Europa. Ruido. Mucho ruido.