Va a ser una imagen que cada vez se pueda repetir con mayor asiduidad. Se trata de la buena relación que guardan Thiobaut Courtois y Misa Rodríguez, capitana y portera del Real Madrid femenino. Ambos comparten dos pasiones, el Real Madrid y la portería de ahí que hayan colaborado en una bonita amistad para poder sacar mayor rendimiento de su trabajo.
Courtois es el único jugador de la primera plantilla masculina que sigue a Misa en Instagram. Se llevan muy bien, hablan a menudo y comparten trucos y consejos para pulir su rendimiento. La capitana del equipo femenino es una persona, al igual que el belga, muy comprometida con el club. De hecho, hace unos días tras la dura derrota sufrida en el estadio Alfredo Di Stéfano ante el Barcelona, Misa expresaba su malestar y compromiso.
"Esto sigue, orgullosa de ser madridista, de los valores de este club, humildad, respeto y corazón. Lo siento por no ser capaces de estar a la altura en estos partidos, pero lo estaremos, esto es el Real Madrid. Lo que hoy es dolor y frustración, en un futuro se convertirá en triunfos y alegrías. Toca levantarse", escribía Rodríguez acompañando este texto con una imagen en la que le podía ver con lágrimas en los ojos.
Y es que como muchos sabrán, el Real Madrid es un equipo prácticamente nuevo en esta competición del fútbol femenino, pese a ello ya ocupa puestos de arriba en la clasificación. El Barcelona en cambio lleva muchos años en este campeonato siendo el equipo más top del torneo. Pero tiempo al tiempo tal y como dice Misa pues con actitud como la que tiene no tardarán en doblegar a las culés.
Thibaut Courtois por su parte es un tipo que siente verdadera pasión por el deporte y como no podía ser de otra forma también por el que practican amigas suyas como Misa Rodríguez. El cancerbero belga de hecho ya ha acudido en alguna ocasión a ver algún partido de sus homólogas femeninas y si hay una jugadora por la que siente debilidad esa es sin duda Misa Rodríguez.
De ahí que se sigan en Instagram y de que no dude en dar me gusta a sus publicaciones, la complicidad es máxima. Lo demuestran a cada instante, también en la ciudad deportiva del Real Madrid donde tanto la una como el otro se buscan para darse consejos o corregir errores. Este es el ambiente que tiene que haber en un club deportivo que aspira sobre todo a la fraternidad y a la deportividad.